El fenómeno de «El Niño» en conjunto con la humedad y el calor, pueden desencadenar eventos de precipitaciones nunca antes vistos, teniendo en cuenta que las lluvias se potencian a causa de varios factores climáticos. Esto también se repite en varias partes del mundo.
Más allá de la influencia del Niño y la Niña en el clima alrededor del mundo, algunos estudios recientes reflejan que el cambio climático empeora los eventos de precipitaciones extremas en el mundo. Con un nuevo episodio de «El Niño» en vigencia, las lluvias en Latinoamérica pueden llegar a presentarse en abundancia, con el sello del calentamiento global y el mismo cambio climatico, alteraciones que le suman un plus a los eventos climáticos extremos.
Los últimos informes divulgados por investigadores de la Universidad A&F del Noroeste de China aseguran que algunas regiones del mundo se volverán más secas a medida que aumenten las temperaturas, como Sudáfrica, el Amazonas y partes de Europa, muchas regiones, incluidas el este de los Estados Unidos, el este y el sur de Asia, Australia y África central, recibirán más montos de lluvias. Estos recientes análisis apuntan a que las precipitaciones y los calores extremos simultáneos se volverán más frecuentes, severos y generalizados bajo el cambio climático.
Las evidencias de que las olas de calor en la actualidad son más extensas, continuas y con temperaturas que baten récord, los impactos de las lluvias extremas podrían ser más frecuentes y severas de lo que se pensaba, así lo había determinado hace la World Weather Attribution, otra entidad, durante la última conferencia climática de la ONU. A esto se le suman los grandes canales de humedad que se mueve en la atmosfera, conocidos como «ríos atmosféricos húmedos» que con llevan a grandes eventos de precipitaciones en extensas áreas.
A pesar de que se tiene en cuenta la interacción de la Niña y el Niño, fenómenos climáticos que se dan cada 4 y 5 años, y que influyen tanto en el régimen de temperatura como así también en las lluvias a nivel global, tanto disminuyendo la frecuencias de estas, como así también generando eventos de precipitaciones torrenciales en cortos periodos.
Más allá de los eventos de sequía profunda que ha vivido parte de Argentina en los últimos 3 años, de la mano de tres eventos consecutivos de la Niña, lo que se catalogó como uno de los periodos más secos y caluroso en 60 años. Ahora, con un evento de El Niño ya en acción, los pronósticos a mediano plazo indican más lluvias de lo normal para algunas regiones, influenciadas por el fenómeno en si, y potenciadas por el los desfasajes atmosféricos, con la alteración de los patrones de viento, humedad y temperatura.
De todas maneras, a nivel global, la alteración en los patrones del clima a causa de estos fenómenos, se le suma un plus, mismo cambio climatico.
Observando el tiempo actual y a corto plazo
Con una nueva generación de modelos climáticos se ha podido proporcionar un nuevo punto de vista para observar las recientes inundaciones catastróficas observadas en todo el mundo durante los último años y lo que podría esperarse en el futuro. La conclusión de que se prevé que el aumento de las precipitaciones extremas y las inundaciones asociadas continúen a medida que continúan aumentando las temperaturas globales.
El informe documenta un aumento tanto de los extremos húmedos, con lluvias más intensas en la mayoría de las regiones, como de los extremos secos, como la desecación en el Mediterráneo, el suroeste de Australia, el suroeste de Sudamérica, Sudáfrica y el oeste de Norteamérica. También muestra que tanto los extremos húmedos como los secos seguirán aumentando con el calentamiento futuro.
Pero los científicos no pudieron cuantificar exactamente cuánto influyó el cambio climático en el evento debido a la escasez de observaciones meteorológicas de alta calidad disponibles para esta parte de África.
“El sudeste de África, incluidos Madagascar, Malawi y Mozambique, ya es un punto de acceso para las tormentas tropicales y los ciclones tropicales, que esperamos que se vuelvan más intensos y destructivos con el cambio climático. Es urgente implementar medidas para reducir la vulnerabilidad y los impactos socioeconómicos adversos en la región, y reducir las emisiones de carbono en los países más contaminantes», dijo Dr. Piotr Wolski, Grupo de Análisis del Sistema Climático, Universidad de Ciudad del Cabo.
Nota que te puede interesar: El planeta con mayor riesgo de lluvias extremas que derivan en inundaciones
Tormentas tropicales más duraderas y mortíferas
El ciclón tropical Freddy rompió el récord como el de mayor duración que se haya registrado. La marca del huracán John, que duró 31 días en 1994, según detalló la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Freddy se desarrolló frente a la costa del norte de Australia y se convirtió en una tormenta con nombre el 6 de febrero 2023. Cruzó todo el Océano Índico Sur, tocó tierra en Madagascar el 21 de febrero, y luego en Mozambique el 24 del mismo mes. A su pasó causó 21 muertes y miles de personas desplazadas.
La tormenta pasó varios días sobre Mozambique y Zimbabwe, provocando fuertes lluvias e inundaciones. Luego volvió hacia el canal de Mozambique, donde recogió energía de las aguas cálidas y se movió hacia la costa suroeste de Madagascar. Para entonces, el ciclón tropical Freddy ya había batido récord de duración de trayectoria.
Para evaluar el papel del cambio climático en la frecuencia e intensidad de las precipitaciones extremas durante las tormentas, los científicos analizaron observaciones meteorológicas y simulaciones informáticas para comparar el clima actual, después de un calentamiento global de aproximadamente 1,2 °C desde finales del siglo XIX, con el clima del pasado, siguiendo métodos revisados por pares.
Análisis de atribución
El análisis se centró en las lluvias, que causaron inundaciones generalizadas, durante los períodos de tres días más lluviosos en dos regiones: Madagascar, donde el ciclón Batsirai (2022) causó daños importantes, y un área de Malawi y Mozambique más afectada por la tormenta tropical Ana. En ambos casos, los resultados muestran que las lluvias asociadas a las tormentas tropicales se intensificaron por el cambio climático y que episodios de lluvias extremas como estas se han vuelto más frecuentes. A medida que la atmósfera se calienta, acumula más agua, lo que aumenta el riesgo de lluvias
El hallazgo es consistente con la comprensión científica de cómo el cambio climático, causado por las emisiones humanas de gases de efecto invernadero, influye en las fuertes lluvias. A medida que la atmósfera se calienta, acumula más agua, lo que aumenta el riesgo de lluvias. Con más emisiones de gases de efecto invernadero y aumentos continuos de la temperatura, estos episodios de lluvia intensa serán aún más comunes.
También podes leer: Reciente informe sobre el evento La Niña indica que continuará activa
Sin embargo, hubo limitaciones debido a la ausencia de registros históricos exhaustivos de las precipitaciones en la región. De 23 estaciones meteorológicas en el área afectada de Mozambique, solo cuatro tenían registros relativamente completos que se remontaban a 1981. En Madagascar y Malawi no había estaciones meteorológicas con datos adecuados para el estudio.
En muchas otras partes del mundo donde se dispone de datos de estaciones meteorológicas más completos, los científicos han podido cuantificar la influencia del cambio climático en eventos extremos particulares.
“Si bien nuestro análisis muestra claramente que el cambio climático hizo que las tormentas tropicales fueran más dañinas, nuestra capacidad para establecer con precisión cuánto se vio obstaculizada por datos inconsistentes y la falta de observaciones meteorológicas. Esto también ayudaría a mejorar las previsiones de fenómenos meteorológicos extremos y sus impactos», afirmó la Dra. Sarah Kew, Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos.
Una mayor inversión en estaciones meteorológicas en África permitiría una estimación más precisa del impacto del aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en el continente.
Esta es una de las principales prioridades de la OMM: aumentar la inversión en sistemas básicos de observación en África, así como rescatar y archivar datos meteorológicos históricos.
El estudio fue realizado por 22 investigadores como parte del grupo World Weather Attribution, incluidos científicos de universidades y agencias meteorológicas en Francia, Madagascar, Mozambique, Países Bajos, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Reino Unido y Estados Unidos.
Con información de: https://www.worldweatherattribution.org/