Con más de 47 días de vida poscosecha, esta variedad desarrollada en San Pedro marca un salto técnico para el agro argentino y habilita exportaciones a larga distancia sin pérdida de calidad.
Desarrollada por el INTA San Pedro, Pionero INTA es la primera nectarina argentina capaz de sostener más de 47 días en frío sin deteriorarse, un umbral muy superior al de cualquier variedad tradicional. Este comportamiento poscosecha —inusual incluso a nivel mundial— permite pensar por primera vez en envíos marítimos a Europa, Estados Unidos y otros mercados lejanos, donde la fruta argentina cosecha en plena contraestación.
El diferencial técnico es clave: según los investigadores, la variedad supera las barreras fisiológicas que limitan a los durazneros y nectarinas convencionales, que rara vez superan dos semanas de conservación sin perder firmeza, sabor o textura. Con esta ventaja, el sector frutícola suma una herramienta que podría reconfigurar el calendario exportador y abrir oportunidades también para países vecinos como Brasil, Chile o Perú.
Además de su resistencia en poscosecha, Pionero INTA es sencilla de manejar y no exige prácticas diferentes a las habituales. Produce frutos de pulpa amarilla, carozo prisco, 13,8° Brix, pH 3,58 y un sobrecolor rojo que cubre el 70% del fruto. Su cosecha —entre el 10 y el 20 de noviembre en San Pedro— encaja perfectamente con la demanda del hemisferio norte durante el invierno boreal.
El potencial productivo también acompaña: se estiman 12 a 13 toneladas por hectárea en montes tradicionales y una buena adaptación a zonas más cálidas. Con una variedad registrada y lista para licenciarse, Pionero INTA representa una innovación con proyección internacional, capaz de posicionar nuevamente a la fruticultura argentina en mercados estratégicos donde la logística manda y la calidad no puede fallar.




