Según recomendaciones de especialista es que ninguna parte de las animales puede ser aprovechada. ¿Por qué?
Nada viaja más rápido que la luz (1.080 millones de kilómetros por hora). Pero después de esta, los que más rápido viajan son los rayos, a 115 millones de kilómetros por hora. Y así como puede hacer destrozos y cobrarse vidas humanas en una playa, por ejemplo, también puede matar decenas de vacas en un campo.
Durante las tormentas en el campo, el ganado pasa mucho más tiempo al aire libre y, por lo tanto, está más expuesto a las inclemencias del tiempo, en este caso, ser alcanzados por rayos en medio de las tormentas eléctricas.
La recomendación es que los cadáveres sean quemados y enterrados. La calidad de la carne del ganado que ha sido alcanzado por rayos no puede ser garantizada. En estos casos la sangre se coagula rápido y no permite el sangrado, un paso crucial para evitar la contaminación.
Un rayo fulminó a más de 15 vacas en un tambo: https://infoagro.com.ar/un-rayo-fulmino-a-mas-de-15-vacas-en-un-tambo/
La principal causa que impide el consumo de carne de animales que mueren sin pasar por el proceso de sacrificio adecuado en las plantas de beneficio es su desangre. “Si no se saca la sangre del animal queda en los músculos y órganos. Esa carne se contamina porque la sangre facilita el crecimiento de bacterias y patógenos. Si no sale toda la sangre se pierde la vida útil y se deteriora el producto. Por eso no se puede consumir la carne de animales que mueren por lesiones u otras causas.
Estudios revelan que los rayos limpian el aire contaminado: https://infoagro.com.ar/estudios-revelan-que-los-rayos-limpian-el-aire-contaminado/
Ademas, el consumo de carne de dudosa procedencia puede generar cuadros de salud agudos. (La carne) puede tener bacterias que se transmitan de animales a humanos y generar diarreas, intoxicaciones o pueden comprometer el sistema renal