En INTA AMBA promueve la producción de batata entre pequeños productores periurbanos por ser un cultivo de fácil manejo, bajo costo, y alto rendimiento. A su vez para quienes la consumen es una fuente de nutrientes de energía, vitaminas y minerales.
El cultivo de batata emerge como una opción crucial debido a su rentabilidad y productividad elevada, siendo una alternativa atractiva para la venta directa. Las variedades sugeridas por los expertos de la Agencia La Plata del INTA AMBA incluyen Beauregard, Arapey y Morada INTA, obtenidas mediante colaboraciones con el INTA San Pedro. Este suministro de semillas ha permitido iniciar los almácigos y dar inicio al proyecto.
Camila Gómez, líder de la agencia La Plata del INTA AMBA, destacó el compromiso a largo plazo con los pequeños productores periurbanos para fomentar la adopción de este cultivo y diversificar sus operaciones agrícolas. La integración de la batata en los sistemas productivos planificados, con rotaciones y asociaciones estratégicas, estimula las sinergias biológicas y se adapta bien a las zonas periurbanas, requiriendo poca mano de obra y mostrando una mejor conservación que otros cultivos de primavera-verano.
Con rendimientos promedio entre 35.000 y 50.000 kilogramos por hectárea, la batata se destaca como un cultivo altamente rentable para los productores. Además, su cultivo contribuye a sistemas agrícolas sostenibles al reducir la necesidad de insumos y productos químicos, aprovechando las ventajas de la biodiversidad.
Sebastián Fajardo, técnico de la Agencia La Plata, resalta los múltiples beneficios de producir localmente la batata, lo que disminuye los costos de venta y reduce los riesgos de mercado asociados a las importaciones.
Por último, la batata es un aporte valioso a una dieta equilibrada, proporcionando una fuente de nutrientes esenciales como energía, vitaminas y minerales.