La plaga es considerada por el Senasa como la «más devastadora de los cítricos a nivel mundial». La preocupación se instala entre los productores de cítricos de las provincias del norte argentino.
En las últimas jornadas se hizo conocer de manera oficial el Alerta Fitosanitaria en las provincias de Tucumán y Catamarca por la detección de ejemplares de la chicharrita de los cítricos, vector de la enfermedad de Huanglongbing (HLB), así lo dispuso el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). La entidad prorrogó por un año la emergencia en la región que contempla a los principales regiones de cultivo de árboles cítricos.
Publicada en el Boletín Oficial, la alerta sanitaría se dispuso mediante la Resolución 257/2023, la cual extiende la vigilancia en ambas provincias –originalmente establecida en mayo del año pasado y renovadas en noviembre último- hasta el 31 de marzo de 2024.
Ante el panorama, y para evitar la propagación de la enfermedad entre los cultivares de cítricos en ambas provincias, el objetivo de continuar el trabajo en el ámbito local, a fin de contener y de controlar los focos detectados del insecto vector. Las medidas, que se extenderán hasta el 31 de marzo del año que viene, destaca la importancia de poner en conocimiento de la situación a los productores y a la sociedad en general.
Cabe destacar que hasta el momento todas las muestras de insecto y de material vegetal con sintomatología sospechosa de HLB tomadas en ambas provincias están libres de la bacteria Candidatus Liberibacter spp., agente causal del HLB.
Las recomendaciones de Senasa para evitar la enfermedad
Para proteger a la citricultura nacional, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) da algunas recomendaciones.
La citricultura en la República Argentina se encuentra inserta en diversas economías regionales tanto del Litoral como del Noroeste Argentino, siendo muy importante en la provincia de Tucumán; primer exportador mundial de limones; que junto a Salta, Jujuy y Catamarca en el NOA tienen el 60% de la producción; mientras que en el Litoral; 40% restante; se la encuentra en el norte de Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Misiones y en menor proporción en Formosa, Chaco y Santa Fe, constituyendo un total de más de 130.000 Ha en el país.
La producción de frutas cítricas por tratarse de frutas de distintas especies y variedades a lo largo del país se extiende por todo el año con un menor porcentaje durante los meses más cálidos y picos de alta producción en los meses de invierno mayo a octubre. Durante los meses de frío, se puede detectar un huésped que afecta a los cítricos, el (HLB).
Se trata del psílido, el insecto portador de la cepa más agresiva de la enfermedad conocida como ‘Greening’ (Huanglongving o HLB) (que desencadena la bacteria Candidatus Liberibacter asiaticus). Es la enfermedad citrícola más devastadora del planeta, no sólo porque provoca la muerte de los árboles sino porque no tiene cura conocida.
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Medidas de refuerzo en meses fríos
La enfermedad se difunde a través del uso del material de propagación infectado (yemas o partes vegetales) y por un insecto vector llamado Diaphorina citri que, al alimentarse de una planta enferma de, es capaz de adquirir la bacteria y transmitirla a otras plantas sanas cuando se alimenta de estas.
Insecto vector y sintomatología
El psílido asiático o chicharrita de los cítricos (Diaphorina citri) es un insecto capaz de transmitir la bacteria causal del HLB. Al alimentarse de una planta enferma es capaz de adquirir la bacteria causal de la enfermedad y transmitirla al alimentarse de una planta sana, provocando que esta también se enferme.
Los síntomas del HLB pueden observarse tanto en hojas como en frutos. Una vez que una planta se infecta, no existe hasta el momento ninguna alternativa que permita restituir la salud de la misma, por lo que indefectiblemente muere.
Respecto a los síntomas, si se observa el aspecto general de la planta se puede ver un amarillamiento sectorizado que luego se transformará en un desmejoramiento general. Por otro lado, en las hojas pueden aparecer moteado difuso, nervaduras amarillentas y formación de tejido de aspecto corchoso.
Mientras que en las frutas puede presentarse asimetría, maduración invertida, cáscara más gruesa de lo normal, aborto de las semillas, aumento de la acidez y caída prematura.
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En otoño –y en mayor medida durante el invierno– los síntomas del HLB comienzan a hacerse visibles en frutos y hojas. En este sentido, es clave destacar que los síntomas deben ser observados en su conjunto, aunque puede que alguno de ellos no se vea, por lo cual resulta esencial monitorear los cítricos.