Como cada etapa del año, el invierno presenta sus propias características meteorológicas en Argentina, las cuales a lo largo de muchos años terminan definiendo la climatología del país.
A medida que Argentina se adentra en los meses más fríos del año, el paisaje climático del país se transforma en un fascinante mosaico de temperaturas, nevadas y patrones de precipitación. Si bien el frío es una constante generalizada, la manifestación de este invierno varía drásticamente de una región a otra. Desde las cumbres nevadas de la Patagonia hasta las llanuras con lluvias escasas del norte, cada sector del país ofrece una experiencia invernal única.
Patagonia: entre la nieve y el frío intenso
La Patagonia es, sin duda, la región que encarna el invierno argentino en su máxima expresión. Desde Neuquén hasta Tierra del Fuego, las temperaturas bajan considerablemente, con promedios que suelen oscilar entre los 0°C y los -10°C, y que pueden descender aún más en zonas de mayor altitud. La nieve es una protagonista habitual en la Cordillera de los Andes patagónica, cubriendo picos y valles con un manto blanco que atrae a miles de turistas a centros de esquí como Bariloche, San Martín de los Andes, Villa La Angostura y Ushuaia. Las nevadas pueden ser intensas y prolongadas, afectando en ocasiones la transitabilidad de rutas y generando acumulación significativa.
En cuanto a las precipitaciones, si bien la nieve es la forma dominante en la cordillera, las zonas costeras y del centro de la Patagonia experimentan lluvias invernales, aunque con volúmenes menores en comparación con otras épocas del año. Los vientos fuertes y gélidos son una característica distintiva de esta región durante el invierno, aumentando la sensación térmica de frío.
Cuyo: Contrastes entre montaña y valle
La región de Cuyo, conformada por Mendoza, San Juan y San Luis, presenta un invierno con marcados contrastes. En las zonas cordilleranas y precordilleranas de Mendoza y San Juan, la nieve es una constante y abundante, similar a la Patagonia. Las temperaturas son bajas, a menudo por debajo de los 0°C, y los pasos fronterizos suelen cerrarse debido a las intensas nevadas. La práctica de deportes invernales es muy popular en centros como Las Leñas o Penitentes.
Sin embargo, en las áreas de valle y llanura, el invierno es más seco y soleado. Las temperaturas diurnas pueden ser templadas, pero las noches son notablemente frías, con heladas frecuentes que pueden afectar a los cultivos. Las lluvias son escasas en estas zonas durante el invierno, y el clima se caracteriza por la aridez.
Centro y Litoral: Frío seco y lluvias escasas
Las provincias de la Región Central (Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Buenos Aires) y el Litoral (Entre Ríos, Corrientes, Misiones) experimentan un invierno generalmente frío y seco. Las temperaturas medias oscilan entre los 5°C y los 15°C, con mínimas que pueden descender por debajo de los 0°C, provocando heladas.
La nieve es excepcional en estas regiones y, si ocurre, suele ser en forma de ligeras nevadas que no se acumulan significativamente. Las lluvias son escasas durante los meses invernales, especialmente en la Pampa Húmeda, donde el clima se vuelve más seco. Las mañanas suelen ser frías y neblinosas, con tardes que pueden tornarse más agradables si el sol se impone.
Noroeste Argentino (NOA): Inviernos templados y estación Seca
El Noroeste Argentino, que incluye Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero, tiene un invierno marcadamente diferente. Esta es la estación seca de la región, lo que significa que las lluvias son extremadamente raras y, si se presentan, son de muy baja intensidad.
Las temperaturas invernales son generalmente templadas a cálidas durante el día, especialmente en las zonas de valle y llanura, con promedios que pueden ir desde los 10°C hasta los 25°C. Sin embargo, las noches son frías, especialmente en zonas de mayor altitud como la Puna, donde las temperaturas pueden descender por debajo de los 0°C y las heladas son comunes. La nieve es exclusiva de las cumbres más altas de la Cordillera de los Andes y la Puna, no siendo un fenómeno habitual en las ciudades y valles.
Nordeste Argentino (NEA): Temperaturas más cálidas y lluvias recurrentes
El Nordeste Argentino (Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones) tiene un invierno notablemente más suave en comparación con el resto del país. Las temperaturas rara vez descienden a valores extremos, con promedios que se mantienen por encima de los 15°C, e incluso pueden alcanzar los 25°C durante el día.
Si bien es la estación con menos precipitaciones, el NEA aún puede registrar lluvias, aunque en menor volumen que en el verano. La nieve es un fenómeno prácticamente inexistente en esta región. El clima se mantiene mayormente templado y húmedo, con algunas mañanas frescas.
Temperaturas promedio en invierno
La Figura 1 nos muestra las temperaturas mínimas promedio (panel izquierdo) y máximas promedio (panel derecho) en el invierno en el periodo comprendido por 1981-2010 según las estadísticas del SMN.
El mapa de temperatura mínima media muestra medio país con valores por debajo de los 5ºC. Los extremos se ubican sobre el sur y oeste patagónico, con ciudades como Maquinchao, El Calafate, Bariloche o Esquel liderando en forma habitual el ránking de temperaturas más bajas con valores que pueden descender por debajo de los -15ºC.
Las heladas se vuelven un fenómeno habitual en la Patagonia en estos meses, con incursiones frecuentes a la región pampeana y de manera excepcional hacia el noroeste y noreste del país, llegando incluso al sur de Brasil en las irrupciones de aire polar más intensas.

Solamente una pequeña porción del norte argentino muestra temperaturas mínimas medias por encima de los 10°C. En la provincia de Buenos Aires, se destaca la zona de sierras, siendo este uno de los lugares más fríos de la región central.
Las tardes suelen ser frías a muy frías en la Patagonia durante esta estación, y frescas a templadas sobre la franja central. En el norte argentino se ubican los valores más templados, cuyo promedio se ve influenciado por breves incursiones de aire mas cálido en plena época fría como el llamado veranito de San Juan.
Precipitaciones promedio en invierno
La Figura 2 nos muestra la precipitación promedio (panel izquierdo) y la frecuencia de días con precipitación (panel derecho). En esta nueva estación se vuelven muy frecuentes los ingresos de sistemas de mal tiempo con aire muy frío desde el océano Pacifico o desde el Pasaje de Drake. En respuesta a ello, se observan respectivamente dos máximos pluviométricos en Patagonia, uno en la línea de Bariloche-Esquel y otro posicionado sobre el sur de Tierra del Fuego.
Muchas de estas precipitaciones patagónicas se producen en forma de nevadas, especialmente en zona de montaña donde se ubican los principales centros de ski que llevan adelante su temporada alta. Estas nevadas muchas veces suelen traen consecuencias adversas en esta estación cuando se presentan asociadas a grandes cantidades precipitadas o acompañadas con fuertes temporales de viento en alta montaña.

Es notorio destacar que, en amplios sectores llanos de Santa Cruz y Chubut, si bien las precipitaciones son escasas, no lo es la frecuencia de días. Es habitual que el ingreso de aire frío traiga aparejado chaparrones y lluvias aisladas en estos sectores. Por un motivo similar, se destaca un máximo de frecuencia de días con lluvia en la Costa Atlántica bonaerense. Los frecuentes vientos fríos del sur impactando de manera perpendicular a la costa favorecen la formación de chaparrones costeros.
En el noroeste argentino se acentúa la estación seca, con lluvias totales menores a los 20 mm, y un mínimo por debajo de los 5 días con precipitación ubicado sobre San Juan y La Rioja. Por el contrario, los máximos pluviométricos a nivel nacional se ubican recostados sobre el este, especialmente sobre el noreste argentino con precipitaciones que superan los 200 mm. Aún en esta estación, siguen siendo probables las lluvias y tormentas con abundante caída de agua, aunque claramente con menor frecuencia.