Cómo cultivar esponjas

¿Quieres proporcionar productos de limpieza naturales para tu familia? ¿Por qué no crecer en casa?. En esta nota te enseñamos a cultivar tus propias esponjas luffa.

Cuando hablo de productos de limpieza naturales, no me refiero a las hierbas, sino a la luffa. Seguí leyendo para aprender a cultivar una esponja vegetal. Si vive en un área de jardín de la zona 6 o superior, es posible que pueda cultivar esponjas de luffa en casa. Este proceso tarda unos 120 días en madurar, pero si la primera helada llega temprano, puede cosechar antes. Vaya a una tienda de jardinería o vivero, compre semillas de calabaza vegetal y comience a plantar. Después de la cosecha, puede usar las semillas que le proporciona la calabaza, por lo que no es necesario que vuelva a comprarla.

Comencemos:

Comienza las semillas en el interior de 6 a 8 semanas antes de la fecha de la ultima helada. Remoja las semillas durante un día entero antes de plantarlas en una bandeja semillera. Considera colocarlas en una almohadilla térmica para mejorar el proceso de germinación y usa luces de cultivo o ubícalas en un área donde reciban mucha luz solar directa. Riega siempre para que la tierra se sienta seca al tacto.

Una vez que las plántulas hayan desarrollado su primer par de hojas verdaderas, trasplántalas a macetas biodegradables más amplias.

A medida que el clima comienza a calentarse, deberás preparar las plántulas de luffa para vivir al aire. Limita su tiempo al aire libre dos horas durante la primera semana asegurándote de que se mantengan protegidas de los vientos fuertes y de la luz solar intenta. Luego de algunas semanas, planta las plántulas a pleno sol a 30 cm de distancia y en un suelo bien fertilizado. Ofréceles soporte a medida que crecen, dado que las calabazas se vuelven pesadas.

Puedes comer las flores y los frutos de la calabaza como lo harías con cualquier otra variedad, pero, la mayoría deja que crezcan para cosechar luffa. Dos meses antes de la fecha de la primera helada otoñal, pellizca las flores restantes para que la planta dirija toda su energía hacia los frutos. Si la temperatura desciende repentinamente, añade una cubierta, dado que el frío puede atrofiar la planta y afectar la cosecha.

El momento ideal para cosechar la luffa es cuando las calabazas se han tornado marrones y se han secado. Una vez cosechados los frutos, pela la piel exterior, sacude las semillas (guarda las gruesas y oscuras) y lava la esponja en agua con jabón para lavar los platos. Luego, deja secar a la luz solar directa antes de usar.

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