El jengibre es una raíz cultivada tradicionalmente en Oriente. Su uso culinario y medicinal hace de esta especie un protagonista necesario de tu huerta. En esta entrada te vamos a contar como lo puedes reproducir.
El jengibres es un cultivo con gran reputación y expansión alrededor del mundo, pero casi el 50% de la cosecha mundial procede de la India. Además, el jengibre se produce en toda China, pero especialmente en las regiones centrales y meridionales. Por esto forma parte de la medicina oriental tradicional.
El jengibre tiene un uso medicinal muy destacado, ya que se emplea para para aliviar los síntomas respiratorios, los dolores musculares y articulares e incluso para tratar quemaduras. Es considerado un gran analgésico natural.
Como tiene un sabor picante, se recomienda su uso en pequeña cantidades. Su consumo excesivo puede provocar malestar estomacal en algunas personas y, en otras, un aumento de la presión arterial. Pero, si lo consumes de forma moderada y responsable, es un gran aliado para la salud. Por este motivo, en esta nota te vamos a orientar para que puedas producirlo en la huerta ecológica en casa.
¿Cómo plantar jengibre?
Si en casa cuentas con una parcela de tierra, por más pequeña que sea puedes cultivar esta planta en casa de forma sencilla. También puedes realizarlo en macetones, canteros o cajones que puedan servir de contenedor. Además, otra de las ventajas que tiene el cultivo, es que al ser una planta que no requiere de mucha luz solar directa, resulta perfecta para cultivarla dentro de casa, en el jardín, galerías, balcones o terrazas techadas.
Para comenzar con la siembra o plantado de jengibre, como primer paso deberás conseguir un trozo de raíz de jengibre que posea la raíz con brotes, para después plantar en una maceta o en una parcela del jardín. Si no consigues la raíz con brotes, puedes generarlos tú mismo y de forma sencilla: Toma un trozo de raíz de jengibre (o varios) e introdúcelo en un vaso con agua para que germinen durante unos pocos días.
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Proceder al sembrado del jengibre
Para iniciar esta breve guía de como reproducirlo, debes saber que el jengibre se multiplica fácilmente por el rebrote de la raíz ( rizoma). Lo más importante es que en el momento de proceder al plantado, elijas un trozo de raíz ni blanda, ni vieja, ni arrugada y, si ya tienes brotes verdes, mejor.
El rizoma ya brotado es suficiente para dividir, dejando un brote por maceta, por encima del suelo. Si el jengibre que compró aún no tiene brotes verdes, déjelo en remojo durante una o dos noches en agua tibia. Los brotes van a aparecer.
1. En una maceta o macetón grande (el jengibre crece horizontalmente), cubra el fondo con piedras para drenar y una mezcla de tierra orgánica y compost o compost bien curado, con una parte de arena de río. Lo importante es que tengas un sustrato rico en materia orgánica y bien drenado, para no acumular agua y pudrir los rizomas.
2. Las raíces o rizomas germinadas deben colocarse en el contenedor que hayas elegido, con los brotes hacia arriba, con la punta hacia arriba, para que los brotes vayan escalando de forma vertical. Proporcionar un buen regado, pero sin embarrar o encharcar. El exceso de agua puede provocar el pudrimiento de la raíz.
3. Colocar el macetero con el jengibre en un lugar cálido y con sombra (queda bien en el interior, cerca de una ventana, pero no bajo la luz solar directa). Mantén la tierra húmeda. Riegue con frecuencia, especialmente después de que aparezcan las ramificaciones, pero no deje que la tierra de la maceta se empape demasiado.
En unas semanas verás aparecer las hojas y, en 3 a 4 meses, podrás cosechar las raíces del jengibre para su uso, sin dañar la planta. Para ello, debes darle la vuelta a la tierra con la mano para encontrar los rizomas maduros. Simplemente corte la cantidad que necesitará y cubra nuevamente con la tierra, que queda.
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Con información de: https://www.ecologiaverde.com/