Aunque pueda parecer contradictorio, la presencia de cianobacterias en el lago San Roque, incluso después de abundantes lluvias, se debe a una combinación de factores que interactúan de manera compleja.
Tras las contundentes lluvias de hace 10 días atrás, hacía presumir en una favorable recuperación del espejo de agua del dique San Roque y alrededores, pero no parece haber sido del todo así. A pesar de la recuperación montanea en los márgenes del dique, con los respectivos aumentos en el nivel del lago principal, el problema de las aguas verdes se vuelve a repetir como cada año. En los últimos días se registraron en fotografías desde drones, una gran mancha verde que se extendía en gran parte del lago y áreas adyacentes.
Las floraciones de cianobacterias ocurren cuando las condiciones ambientales son favorables para su crecimiento, sobre todo en temporada de primavera-verano, cuando se conjugan las elevadas temperaturas, la humedad y otros factores.
Las cianobacterias son un problema histórico en el lago San Roque, en Carlos Paz, Córdoba, y su presencia en el agua puede ser tóxica para las personas.
Las cianobacterias, a menudo llamadas algas verde-azules, son microorganismos que habitan en una amplia variedad de ambientes acuáticos, desde lagos y ríos hasta océanos. Aunque su nombre pueda inducir a confusión, no son verdaderas algas, sino bacterias que tienen la capacidad de realizar fotosíntesis.
La realidad es que el problema de las cianobacterias en el lago San Roque es complejo y requiere de una acción coordinada de diferentes actores sociales. Al comprender las causas y las consecuencias de este fenómeno, lo que conlleva un trabajo para encontrar soluciones sostenibles y proteger este valioso recurso natural de la provincia.
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¿Por qué aparecen a pesar de las intensas lluvias?
- Nutrientes en el agua: Las lluvias arrastran fertilizantes y otros nutrientes de las actividades agrícolas y urbanas hacia el lago. Estos nutrientes actúan como fertilizante para las cianobacterias, promoviendo su crecimiento desmedido.
- Temperaturas cálidas: Las altas temperaturas aceleran el crecimiento de las cianobacterias y favorecen la formación de floraciones. Aunque las lluvias pueden enfriar el agua temporalmente, si las temperaturas se mantienen elevadas, las cianobacterias pueden seguir proliferando.
- Estancamiento del agua: El lago San Roque es un embalse, lo que significa que el agua tiene una renovación limitada. Este estancamiento favorece la acumulación de nutrientes y la formación de zonas con poca circulación, donde las cianobacterias pueden establecerse y crecer.
- Cambio climático: El cambio climático está alterando los patrones de lluvia y temperatura, lo que puede intensificar los problemas de eutrofización (exceso de nutrientes) y floraciones de cianobacterias en lagos y ríos.
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¿Por qué son un problema las cianobacterias?
Las floraciones de cianobacterias pueden tener graves consecuencias para el ecosistema y la salud humana:
- Producción de toxinas: Muchas especies de cianobacterias producen toxinas que pueden causar enfermedades en personas y animales al entrar en contacto con el agua contaminada o al consumir peces contaminados.
- Agotamiento del oxígeno: Al descomponerse, las cianobacterias consumen gran cantidad de oxígeno, lo que puede provocar la muerte de otros organismos acuáticos.
- Impacto en la calidad del agua: Las floraciones de cianobacterias deterioran la calidad del agua, haciéndola inadecuada para el consumo humano, la recreación y la agricultura.
- Pérdida de biodiversidad: Las cianobacterias pueden desplazar a otras especies de algas y plantas acuáticas, reduciendo la biodiversidad del ecosistema.
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¿Qué se puede hacer para controlar las cianobacterias?
Para abordar este problema de manera efectiva, se requiere un enfoque multidisciplinario que incluya:
- Reducción de la carga de nutrientes: Implementar medidas para reducir la cantidad de fertilizantes y otros nutrientes que llegan al lago, como la creación de barreras vegetales y la mejora de las prácticas agrícolas.
- Gestión del embalse: Regular los niveles de agua del embalse y mejorar la circulación del agua para evitar la formación de zonas estancadas.
- Monitoreo continuo: Realizar un seguimiento regular de la calidad del agua y la presencia de cianobacterias para detectar tempranamente las floraciones y tomar medidas de control.
- Educación y concientización: Informar a la población sobre los riesgos asociados a las cianobacterias y promover prácticas responsables en el uso del agua.
- Investigación: Fomentar la investigación científica para desarrollar nuevas herramientas y tecnologías para el control de las cianobacterias.