El Índice de precios en Origen y Destino (IPOD), que elabora mensualmente la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), reveló que, en marzo, los consumidores pagaron en promedio 3,13 veces más de lo que cobraron los productores.
Las personas tienen principales necesidades como comer, vestirse y albergarse para poder asegurar las condiciones mínimas de la vida. Por eso, el sector agrícola tiene una importancia vital para todos los países no importa que sean subdesarrollados o desarrollados. El sector agrícola contribuye a la compensación de la necesidad de alimentos, también a la prosperidad de los ciudadanos y a la industria y economía de país. Por ejemplo, una espiga de trigo, cultivada en el campo, contribuye a los agricultores como fuente de nutrición y de ingresos y a los empleados de la fábrica de harina que compra el trigo como fuente de nutrición, ingresos y de empleo, así como a la economía de país creando valor añadido.
Argentina cultiva una superficie equivalente al territorio de Italia. Son más de 30 millones de hectáreas y la mayor fuente genuina de dólares que tiene la economía local, pero poco se sabe de quién es quién en esto que como reza el espíritu de la Sociedad Rural Argentina: “Sembrar el suelo es servir a la Patria”, pero ¿Dónde queda parado el productor ante los precios de una actualidad económica que preocupa?
Números desiguales
El Índice de precios en Origen y Destino (IPOD), que elabora mensualmente la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), reveló que, en marzo, los consumidores pagaron en promedio 3,13 veces más de lo que cobraron los productores. El indicador, que es un promedio ponderado de los 24 agroalimentos que integran la canasta IPOD, subió 2,9% cuando se lo compara con el valor de febrero (3,04).
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El aumento mensual, considerando las estacionalidades de los productos, responde a que los precios que se le pagaron al productor subieron 7,5%, por debajo de lo que subieron los precios que se le cobraron al consumidor (8,4%). En particular, «la carne de novillo y los huevos tuvieron aumentos importantes en los precios al consumidor, pero al productor se le pagó lo mismo o menos que en febrero», precisaron desde CAME.
Los productos que más vieron subir sus brechas fueron: mandarina (48,1%), repollo (26,5%), limón (18,8%) y carne de novillo (15,3%). En total, el 58,3% de los alimentos medidos aumentaron sus brechas en el mes. En cambio, el 41,7% las mejoraron, con la principal baja en la naranja (-42,3%) y la zanahoria (-23,9%).
En marzo, la mayor brecha entre precio de origen y destino se dio en el zapallito, con una diferencia de 10,24 veces. Le siguió el limón (9,12 veces), la manzana roja (6,51 veces) y la mandarina, con una brecha de 6,17 veces. En tanto, los productos con menores brechas fueron: berenjena (1,72 veces), huevos (1,74), pollo (1,80 veces), repollo (2,10) y acelga (2,24).
El IPOD frutihortícola bajó 5,9% en el mes. La brecha fue de 4,59 veces si se toma el promedio ponderado según la participación de cada producto en las ventas del Mercado Central de Buenos Aires de ese mes. El IPOD ganadero, por su parte, bajó 9,27% en el mes, a 2,64.
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La participación del productor en el precio final bajó de 32,3% a 30,8%, si se toma el promedio simple. La mayor participación la lograron los productores de berenjena, que recibieron en promedio el 58,3% de su precio de venta minorista. La peor ocurrió en el zapallito, donde el productor obtuvo apenas $9,8 de cada $100 que pagó el consumidor por ese producto.