El objetivo de los nuevos estudios es que la información generada contribuya a una mejor comprensión del impacto productivo y económico de la miasis.
Los animales domésticos se encuentran expuestos a parásitos, los cuales representan una amenaza debido al impacto económico que tienen al atentar contra la salud de los animales y del hombre. Los parásitos causan anorexia, reducción en la ingestión y absorción de alimentos, pérdidas de sangre y proteínas plasmáticas, alteraciones en el metabolismo de nutrientes, reducción de minerales, depresión en la actividad de algunas enzimas intestinales y diarrea. Estas afecciones pueden verse reflejadas en la disminución de la ganancia diaria de peso, producción láctea, conversión alimenticia, entre otros.
Los parásitos internos se encuentran en el sistema digestivo, hígado, pulmones, sangre, tejidos y células del animal y se clasifican como: nematodos, cestodos, trematodos y protozoarios. Para subsistir, los parásitos requieren completar su ciclo de vida. La temperatura y humedad influyen de manera importante para que se realicen los ciclos de vida y los parásitos permanezcan en el ambiente con la habilidad de infestar a su huésped. Los niveles de parasitosis varían entre animales, regiones, época del año y manejo. El ganado joven presenta mayor susceptibilidad que el ganado adulto, sobre todo cuando están sometidos a estrés. Las enfermedades parasitarias de mayor importancia en bovinos son: Gastroenteritis y Fasciolasis.
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Análisis a fondo de la enfermedad en bovinos
La miasis se define como la infestación de animales vertebrados con larvas de dípteros, las cuales durante un cierto período se alimentan de los tejidos del hospedador. Si bien diferentes especies de dípteros pueden provocar miasis, en la Argentina la más común es causada por Cochliomyia hominivorax y afecta a los animales vertebrados de interés productivo, a los silvestres y, ocasionalmente, al hombre. Este insecto ocasiona disminución en la producción de carne, leche y lana, aumento de infecciones secundarias y, en casos severos, mutilaciones y la muerte de los animales severamente afectados. En este contexto, un equipo de investigación del INTA, del Conicet y de la Universidad Católica de Córdoba realizó el primer análisis sobre el impacto productivo y económico de esta parasitosis en los rodeos argentinos.
«A pesar de la importancia que tiene Cochliomyia hominivorax en la producción ganadera no existe en nuestro país información integrada sobre la magnitud de su impacto en las distintas actividades ganaderas, los factores que favorecen su aparición, métodos de prevención y tratamiento así como la resistencia a las drogas insecticidas empleadas para su control», expresó Santiago Nava, investigador del INTA Rafaela y del Instituto de Investigación de la Cadena Láctea (IdICaL; INTA-Conicet), quien coordinó el trabajo de relevamiento.
Se realizaron encuestas a productores ganaderos en 15 provincias: Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Misiones, Salta, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán.
«Nuestro objetivo es que la información generada contribuya a una mejor comprensión del impacto productivo y económico de la miasis por Cochliomyia hominivorax y al diseño de estrategias para su control», señaló Nava. Para el análisis se incluyeron diferentes actividades productivas (cría-recría, invernada, tambo, ciclo completo) y especies animales (bovinos, ovinos, caprinos y equinos).
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«Cerca del 80 % de los encuestados respondió que la miasis es una problemática sanitaria y productiva importante o muy importante», expresó Marcelo Signorini, epidemiólogo del Idical INTA-Conicet, y añadió: «Independientemente de qué tan importante la consideran, en más del 90 % de los establecimientos encuestados se observaron casos clínicos. Para los productores de la región extra-pampeana, la miasis es un problema más relevante que lo percibido por los productores pampeanos (provincias de Buenos Aires, La Pampa, y centro y sur de Córdoba y Santa Fe). Un tercio de los productores extra-pampeanos señaló tener muerte de animales por miasis, sin embargo, esto no se reporta en aquellos de la zona pampeana».
En cuanto a las causas que predisponen la aparición de la infestación en bovinos adultos aparecen: los partos, las garrapatas y las heridas. Mientras que, en terneros, los factores más asociados son los ombligos mal cerrados, castraciones y, en menor medida, la colocación de caravanas. «Cuando el análisis de las causas se desagregó entre áreas pampeana y extra-pampeana, la principal diferencia que se visualiza es que las garrapatas solo son importantes para la zona extra-pampeana y el pietín se vuelve una de las causas más relevantes en la zona pampeana. Algo similar ocurre para el caso de los terneros, donde, como es esperable, no se atribuyó relevancia a las garrapatas en el desarrollo de miasis», analizó Signorini.
En el análisis cuantitativo de las estrategias utilizadas para prevención y tratamiento con drogas sistémicas se determinó que, para prevención, la doramectina aparece como el antiparasitario más utilizado, seguido por la ivermectina.
«Prácticamente el 34 % de los productores de ambas regiones informaron sobre la presencia de menor eficacia a la observada en el pasado reciente o tolerancia de las fases larvales del díptero a los antiparasitarios sistémicos, como doramectina e ivermectina», puntualizó Oscar Anziani, uno de los especialistas en miasis de la Argentina y docente en la Facultad de Ciencias Agropecuarias (Universidad Católica de Córdoba), quien señaló que «debido a que millones de bovinos de nuestro país son tratados anualmente, se ha establecido una fuerte dependencia de estas drogas y la resistencia podrá complicar seriamente el control de este insecto».
«La sumatoria de los costos asociados a la mano de obra y a la aplicación de productos veterinarios para la prevención y el tratamiento de la miasis llega a un valor cercano a los $ 6.000.000.000», afirmó Nava quién remarcó que este cálculo incluso subestima el costo total real, debido a que solo se incluyeron las cinco provincias más representadas en las encuestas (Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Salta y Santa Fe). Además, no se consideró a los tambos en el cálculo de costos por el uso de productos veterinarios y no se evaluó económicamente el impacto económico por el efecto físico directo de la miasis sobre el desarrollo y los parámetros productivos de las distintas especies utilizadas como ganado.
Por esto, «es relevante desarrollar estrategias para mitigar los efectos de esta parasitosis, a fin de evitar las pérdidas económicas claramente significativas que acarrea la presencia de este parásito en el territorio argentino. En la actualidad estamos desarrollando algunos ensayos con estrategias alternativas para el control de esta parasitosis», destacó Nava.