Los pronósticos ya están anticipando que un fuerte pulso el aire patagónico polar estaría llegando para dejar un escenario muy frío en gran parte del país y durará varios días: Nieve, heladas y temperaturas bajo cero.
Los pronósticos meteorológicos confirman la inminente llegada de un fuerte pulso de aire polar patagónico que se extenderá por gran parte de Argentina, marcando un escenario de frío extremo que persistirá durante varios días. Este evento traerá consigo condiciones invernales severas, incluyendo nieve, heladas generalizadas y temperaturas bajo cero.
Patagonia y Cuyo: Serán las primeras regiones en experimentar el rigor de este pulso polar. Se esperan temperaturas extremadamente bajas, con marcas que podrían descender varios grados bajo cero, especialmente en las noches y madrugadas. Las heladas serán intensas y generalizadas, afectando campos y cultivos. No se descarta la posibilidad de nevadas persistentes en zonas de cordillera y precordillera, e incluso en algunas áreas de menor altitud.
Centro del País (incluyendo Córdoba, La Pampa y Buenos Aires): El frío polar se hará sentir con fuerza, provocando un marcado descenso térmico. Las temperaturas mínimas estarán por debajo de los 0°C en muchas localidades, lo que dará lugar a heladas importantes. Aunque la nieve será menos probable que en el sur, no se descartan nevadas aisladas o aguanieve en zonas serranas o en el sur de Buenos Aires, dependiendo de la interacción con la humedad. Los días se presentarán muy fríos, con máximas que apenas superarán los 7°C a 12°C.
¿En qué momento llegará el aire frío?
A partir del miércoles 25 de junio, se anticipa la irrupción de una masa de aire polar que impactará significativamente en la región central de Argentina. Este fenómeno meteorológico abarcará las provincias de Cuyo (Mendoza, San Juan, San Luis y La Rioja), la extensa región pampeana (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa), y el centro del país en general.
La llegada de este pulso de aire frío estará impulsada por vientos persistentes del sector sur, los cuales provocarán un descenso gradual pero sostenido de las temperaturas en toda el área central inicialmente, extendiéndose posteriormente hacia las provincias del norte argentino.
Paralelamente, se prevé la intensificación de los vientos del sur, especialmente en el centro y norte de la Patagonia y el sur de la región pampeana. Estos vientos en superficie alcanzarán velocidades promedio de entre 50 y 60 km/h, con ráfagas que podrían superar los 75 km/h en algunas localidades. Se advierte sobre la posibilidad de ráfagas aún más intensas en las zonas costeras del Atlántico de la provincia de Buenos Aires.
El avance de esta masa de aire de origen antártico también generará nevadas en una amplia porción de la Patagonia. Las precipitaciones níveas afectarán diversas áreas de las provincias de Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquén, extendiéndose incluso a la zona de montaña de Mendoza y San Juan, donde se podrían registrar acumulaciones significativas.
Durante el jueves 26, viernes 27 y a lo largo del último fin de semana de junio, el aire frío ganará terreno rápidamente, cubriendo las principales provincias que integran el área central y Cuyo: La Pampa, Buenos Aires, Mendoza, San Luis, San Juan, Córdoba y La Rioja. Posteriormente, esta influencia se extenderá hacia las provincias del litoral y el resto del norte del país, marcando un descenso térmico generalizado.
Se esperan temperaturas notablemente bajas, caracterizadas por una escasa amplitud térmica. Las temperaturas máximas se mantendrán en un rango de 9°C a 14°C, en un ambiente dominado por aire frío y seco, lo que intensificará la sensación térmica de frío. Las temperaturas mínimas caerán por debajo del umbral de los 0 grados, con registros mínimos de –7°C a -5°C, -3°C a -2°C en Patagonia, área pampeana, región de Cuyo y zona núcleo.

¿Se trata de la primera ola de frío invernal?
Para que un evento meteorológico se considere una ola de frío en la región central de Argentina (y en general, según el criterio del Servicio Meteorológico Nacional – SMN), deben cumplirse las siguientes características:
- Temperaturas por debajo de lo normal: Las temperaturas máximas y mínimas deben ser iguales o inferiores a ciertos valores umbral específicos para cada localidad. Estos valores se basan en el percentil 10 del semestre frío (abril-agosto). Esto significa que las temperaturas registradas deben estar entre el 10% de las más frías para esa época del año en esa ubicación particular.
- Duración mínima: Estas condiciones de bajas temperaturas deben persistir por lo menos durante 3 días consecutivos.
- Simultaneidad: Tanto las temperaturas máximas como las mínimas deben cumplir con el criterio de estar por debajo del umbral de forma simultánea durante esos días.
Es importante destacar, no es suficiente con que un día sea muy frío o que las temperaturas bajen de cero. Para que sea una «ola de frío», tiene que ser un período sostenido de frío anómalo para la época, afectando tanto las temperaturas diurnas como las nocturnas, y por un mínimo de 3 a 4 días.