El Gobierno busca mantener el dólar y la inflación controlados en un año electoral, pero sectores productivos advierten sobre la pérdida de competitividad. La estrategia oficial choca con la visión de economistas que alertan sobre un atraso cambiario.
El presidente Javier Milei insiste en que el peso argentino se apreciará en los próximos meses, apoyado en la baja de la inflación y la estabilidad del dólar. Sin embargo, economistas advierten que la brecha entre la evolución de los precios y la cotización del dólar podría afectar la competitividad del país. Mientras tanto, el ministro de Economía, Luis Caputo, refuerza el mensaje oficial asegurando que el valor del dólar no está atrasado y que la reducción de la devaluación mensual al 1% fue una decisión acertada.
A pesar de estos argumentos, expertos como Rodolfo Santángelo y Jorge Colina alertan que el dólar barato afecta a sectores productivos, que deben competir con importaciones más accesibles. La industria automotriz y el turismo ya sienten el impacto, mientras que el agro reclama la eliminación de impuestos como las retenciones y el impuesto al cheque. El índice Big Mac de The Economist posiciona a la Argentina con una moneda apreciada en términos globales, pero Milei desestima esta medición.
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El Presidente comparó la situación con el «milagro económico japonés», argumentando que el peso podría fortalecerse de manera similar al yen tras la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, economistas como Yanina Skiba sostienen que Argentina no tiene las condiciones estructurales para replicar ese modelo. En Japón, la relación entre el Estado y las empresas fue clave, con inversiones en tecnología y mano de obra calificada, algo que en Argentina sigue siendo una deuda pendiente.
La gran incógnita sigue siendo el futuro del cepo cambiario. Mientras Milei planea mantener el control del dólar hasta después de las elecciones legislativas de octubre, Domingo Cavallo y otros economistas insisten en que una unificación cambiaria es urgente. La acumulación de reservas es otro punto crítico: si el tipo de cambio sigue bajo y las exportaciones no generan suficientes dólares, el Banco Central podría enfrentar dificultades.
Fuente: José Calero de Noticias Argentinas
