Vecinos de Traslasierra denuncian que la explotación de tierras por parte de Almarai estaría agotando un acuífero estratégico, afectando a la agricultura local y al ecosistema de la región.
La empresa Almarai, reconocida mundialmente por su producción de alimentos y lácteos, enfrenta acusaciones graves en Traslasierra, Córdoba. Vecinos y ambientalistas sostienen que el cultivo de alfalfa en 12.000 hectáreas adquiridas por la multinacional en 2011 estaría secando el acuífero Los Cerrillos-San Vicente, esencial para la región. Este forraje, destinado exclusivamente a la exportación hacia Arabia Saudita, requiere una cantidad significativa de agua, lo que genera una fuerte preocupación sobre la sostenibilidad hídrica y la calidad de vida de la comunidad.
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Almarai ha defendido su actividad argumentando que su operación cumple con las normativas ambientales locales y contribuye a la seguridad alimentaria de Arabia Saudita. Sin embargo, los vecinos denuncian el uso de técnicas cuestionadas como la siembra directa y la dinamización de nubes para evitar granizadas, lo que estaría agravando el impacto ambiental. Organizaciones locales reclaman que las consecuencias negativas afectan no solo al agua, sino también a la biodiversidad, el turismo y la producción familiar.
La falta de control estatal sobre el uso del agua y los recursos naturales es otro punto crítico señalado por la comunidad. Los vecinos exigen investigaciones independientes y sanciones para la multinacional si se confirman las irregularidades. Asimismo, plantean la necesidad de implementar políticas públicas que prioricen la protección del medio ambiente y el acceso justo a los recursos hídricos frente a modelos de producción extractivista.
Este conflicto reaviva el debate sobre los impactos de las actividades agroexportadoras en Argentina. Garantizar la sostenibilidad ambiental y el bienestar de las comunidades locales resulta clave para un desarrollo equilibrado, frente a las crecientes demandas globales de recursos naturales.