Preocupación por plagas de cotorras y jabalíes en campos argentinos

La proliferación de cotorras y jabalíes en las zonas rurales del Litoral Argentino está generando una crisis sin precedentes.

Los productores agropecuarios de estas regiones reportan pérdidas en sus cultivos, lo que pone en riesgo la seguridad alimentaria y la economía local. La urgencia de implementar medidas de control es cada vez mayor, ya que estas especies invasoras están causando un daño irreparable a los ecosistemas y a la actividad productiva.

La invasión de cotorras y jabalíes en el campo argentino se ha convertido en una verdadera plaga. Estas especies exóticas, al no contar con depredadores naturales, se multiplican a un ritmo alarmante, arrasando con cultivos y causando graves daños a la infraestructura rural. Los productores del Litoral, en particular, están sufriendo las consecuencias directas de esta problemática, que amenaza con desequilibrar el ecosistema y poner en peligro la biodiversidad local.

En este contexto, las cotorras se han convertido en una verdadera plaga para los agricultores. Estos voraces pájaros se alimentan del maíz y los choclos en plena maduración, dejando surcos vacíos en los campos. Al no poder penetrar profundamente en la vegetación más densa, se concentran en las hileras de cultivo, causando pérdidas significativas para los productores. Esta situación se ha agravado en los últimos años, generando una creciente preocupación en el sector agrícola.

En los últimos tiempos, ha aumentado considerablemente la cantidad de denuncias por ataques de jabalíes en las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa. Esta situación ha llevado a declarar a estos animales como una «plaga imparable», ya que su población ha experimentado un crecimiento exponencial.

La invasión de plagas en Entre Ríos está generando una crisis sin precedentes en el sector agropecuario. Productores de la zona estiman pérdidas económicas que podrían superar los 40 millones de pesos, un golpe importante para una región que depende en gran medida de la agricultura. Además de los daños a los cultivos y la disminución de la producción, estas plagas están alterando el equilibrio del ecosistema local y generando preocupaciones sobre la salud pública.

Con información de: https://www.perfil.com/

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