Los hongos en el huerto en el jardín representan un problema que en muchas ocasiones tiene difícil solución.
A pesar de todos los cuidados que se le dé a una planta, por desgracia, son susceptibles de enfermedades o al ataque de plagas de diversas especies, que en algunas ocasiones pueden causarle la muerte.
El desarrollo de parásitos o la aparición de una enfermedad en una planta sana es, muy a menudo, consecuencia de las malas condiciones del cultivo; falta de agua, luz, nutrientes, entre otros.
Es aconsejable cultivar la planta en un ambiente lo más parecido posible a su espacio natural, aportándole una nutrición regular y equilibrada. Y, no está demás inspeccionar regularmente la planta para detectar posibles enfermedades y plagas.
¿Qué es un fungicida?
Los funguicidas generalmente son productos utilizados para combatir enfermedades producidas por hongos, tales como el oídio, Botrytis, Mildiu, entre otros. Los funguicidas pueden ser del tipo químico, de baja y alta intensidad y del tipo natural.
Existen algunas sustancias naturales que tienen actividad antifúngica, tales como los acetaldehídos, los benzaldehidos, los aldehídos, el ácido acético, los jasmonatos y la fusapirona, entre otros.
La naturaleza produce también algunos aceites esenciales que provienen de plantas tales como: canela, cilantro, clavo, eucalipto, limón, orégano, romero, salvia, tomillo y árbol de té con los cuales se pueden hacer funguicidas naturales.
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¿Qué necesito para preparar un fungicida casero?
Generalmente, lo que necesitamos para preparar un fungicida casero es lo siguiente:
- Agua.
- Plantas y/o hojas de cultivos que repelan las posibles plagas y enfermedades (como por ejemplo la menta, el limón, eucalipto, salvia…).
- Un recipiente donde realizar la mezcla y conservarla.
- Un pulverizador donde poner la mezcla.
Los funguicidas caseros, como su nombre lo indica son los que pueden ser elaborados con algunas plantas o aceites de ellas que se tengan a la mano tales, como canela, ramas de eucaliptus, algunos frutos como el limón, etc.
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Además del material vegetal, planta o aceite se debe contar con materiales como envases para el cocimiento, ollas, tarros, etc.; espátulas o cucharas de madera para revolver las infusiones, coladores y fuentes de calor cocinas, mecheros o fogatas.
Por supuesto debemos contar con los implementos necesarios para el manejo y uso de los funguicidas naturales entre ellos pulverizadores, filtros, recipientes para depositar el preparado y tomar las medidas de precaución por cualquier tipo de alergias a los elementos naturales.
¿Cómo preparar paso a paso un fungicida casero?
Existen diversos métodos para preparar paso a paso funguicidas caseros, lo más importante es tener a mano los ingredientes del tipo de funguicida que se quiera utilizar, así como los materiales para fabricarlo.
En un estudio realizado por investigadores y expertos del Instituto de desarrollo sostenible de la FAO (2010) se recoge la preparación de una infusión de Manzanilla casera para prevenir enfermedades causadas por hongos que afectan a las hortalizas.
Allí, se recomienda preparar un litro de infusión para lo cual se deben utilizar los siguientes insumos y materiales:
- 25 gramos de flores de Manzanilla (Matricaria recutita o M. chamomilla) en estado fresco o secas.
- 1 litro de agua caliente.
- 1 recipiente con capacidad de un litro. De preferencia que sea de plástico.
- 1 filtro.
Pasos a realizar para su elaboración:
- Colocar los 25 gramos de flores de manzanilla en un litro de agua caliente
- Dejar reposar por un espacio de media hora.
- Filtrar y aplicar inmediatamente directamente a la planta.
- Aplicar sin diluir, pulverizando la planta
Esta infusión tiene propiedades como funguicida natural y aporta nutrientes a la planta ya que concentra calcio, azufre y potasio. En plantas jóvenes controla los hongos que producen pudrición del pie de la planta.