Así habría sido resuelto por el presidente junto al ministro de Economía durante el almuerzo que mantuvieron ayer.
En la última reunión entre Alberto Fernández y Sergio Massa, en el marco de las nuevas exigencias del FMI para bajar el déficit y conseguir reforzar las reservas internacionales, se habrían tomado decisiones claves en cuanto a los alquileres.
De este almuerzo que mantuvieron los funcionarios trascendió que se acordó dar de baja la ley de alquileres, la misma que fija tres años de contrato y ajuste por inflación y variación salarial, lo que generó grandes quejas por parte de inquilinos y propietarios.
“La ley de alquileres no va más”, detalló el circulo cercano al ministro Massa, sin dar mayores detalles de las decisiones tomadas a futuro.
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Cabe recordar que desde la entrada en vigencia de esta ley, en julio del 2020, la misma tuvo grandes críticas del sector inmobiliario y los propietarios, quienes consideraban que traía gran incertidumbre e inseguridad jurídica en el mercado. Lo que finalmente se terminaba trasladando al precio de la renta.
“La ley implicó un aumento del riesgo para el propietario y eso provocó dos efectos: que una parte decida no seguir alquilando [por ello, la retracción en la oferta] y que otra siga haciéndolo, pero a un precio mucho mayor. Es lo mismo que pasa con cualquier riesgo de inversión. Hay gente que no está dispuesta a asumirlo, aun subiendo el precio, entonces lo retira del mercado”, detalló José Rozados, director de Reporte Inmobiliario, en dialogo con La Nación.
Por su parte, Soledad Balayan, titular de Maure Inmobiliaria considera que: “Al final, terminó perjudicando a todos por igual: a los inquilinos, por la falta de oferta y la suba de los precios; y a los propietarios, por el nivel de incertidumbre que no les permite tomar la mejor decisión. El daño [al mercado inmobiliario] es mucho mayor del que se cree y, como es difícil de medir, se desestima”.
Fuente: www.lanacion.com.ar