Muchas veces nos encontramos con la frase “obras estructurales para el control de erosión hídrica” pero, ¿de qué se trata? ¿Cuáles son las funciones y beneficios?
Para empezar dentro de estas obras, hay muchas variables y opciones. Siempre lo mas acertado es consultar con un profesional para encontrar la mas adecuada y funcional para el campo en cuestion. Las principales variables que definen estas opciones son las pendientes, el tipo de suelo, vegetación, régimen hídrico de la zona, también se considera el estado y uso actual de estos suelos con respecto al estado y uso original, entre otras.
Pero, ¿Cuándo sabemos que tenemos esta clase de problemas? Los síntomas comienzan a presentarse cuando notamos variación de rendimientos dentro del lote, se empieza a ver una decapitación del perfil de la capa fértil del suelo en las zonas mas altas y acumulación de estas capas en zonas mas bajas. Con el tiempo, el suelo se vuelve vulnerable y frágil en su estructura, pudiendo agravarse estos problemas a manifestación de erosión en surcos y formación de cárcavas. Perdiendo así, superficie productiva.
Una manera de frenar estos problemas es la realización de obras estructurales. Dentro de las cuales se encuentran las terrazas y canales de desagüe. La función principal de las terrazas es conducir los excedentes hídricos a canales correctamente diseñados, acordes a la topografía del lugar y respetando las vías de escurrimiento originales del predio. Otra función, no menos importante, es garantizar mayor infiltración de agua por mayor tiempo de permanencia de esta en el lote. Así, se aprovecha al máximo las lluvias y la acumulación de agua en el perfil. Esta conducción más lenta del agua también evitara el arrastre de suelo fértil a zonas más bajas o a campos vecinos. Es importante saber que debemos mantener el agua, suelo y nutrientes en nuestro campo, porque esta es la fuente de producción y la que nos garantiza una buena cosecha al final de la campaña.
Los canales por su parte conducen los excedentes hídricos con pendientes no erosivas por vías naturales de escurrimiento, disminuyendo de esta manera problemas de erosión en el campo en cuestión y en el vecino cuenca abajo.
No olvidemos que estas obras siempre van acompañadas de prácticas de manejo que ayuden a su funcionamiento. Un correcto empastado de canales y un adecuado plan de rotación, son practicas indispensables para un manejo sustentable de dos recursos tan importantes para nuestra producción como lo son el agua y el suelo.
En este mes de la conservación de suelo es importante tomar conciencia de las problemáticas a las cuales nos enfrentamos día a día y poder garantizar así, un correcto manejo de nuestro campo. Sabemos que en Argentina producimos en esta ultima cosecha 140 millones de toneladas de granos, pudiendo llegar a incrementar este número, siempre que hagamos un correcto manejo de nuestros recursos y tecnologías.
“La historia es un registro de la lucha humana por arrebatarle la tierra a la naturaleza, porque la alimentación del hombre depende de los productos del suelo. Tan directa es la relación entre la erosión del suelo, la productividad de la tierra y la prosperidad de la gente, que la historia de la humanidad puede ser interpretada, al menos en un alto grado, en términos del suelo y lo que le ha sucedido a este como resultado del uso del hombre”.
Hugh Hammond Bennet.
Ing. agrónoma Micaela Fernandez Bedini.