En Argentina el fenómeno gana protagonismo local en varias regiones, pero en otros puntos del planeta también, sobre todo cuando se pasa del calor al frío, durante los cambios de estación y durante ciertos fenómenos climáticos.
Vientos de todas direcciones forman parte de la circulación global que parece que se intensifica en ciertas épocas del año, incluso, en varias regiones es atenuante del clima diario.
El viento es un patrón diario, ya sea viento cálido, frío, seco o el húmedo. Influye en nuestros días, ya sea en el comportamiento, sentido del humor y la salud, en todo influye, aunque cueste creerlo. Lo cierto es que entre los vientos más conocidos y tradicionales en Argentinas podemos mencionar al viento norte, al viento sur, al zonda, al pampero y a la sudestada.
La circulación de viento está presente en las cuatro estaciones del año, ya sea en los calurosos días de verano o los fríos días de invierno, en algunos momentos lo tratamos de evitar, sobre todo cuando sopla con intensidad importante.
El viento, cuando sopla con fuertes ráfagas, puede traer polvillo y tierra, provocando malestares como ser las alergias, pero también reducción de la visibilidad en exteriores. Cuando sopla con cierta intensidad en días fríos, provoca baja sensación térmica, por lo que decimos «que helado está el viento».
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Siempre a estado el viento
A decir verdad, el viento fue y es venerado por algunas sociedades antiguas. Como para citar un ejemplo, Quetzalcoatl era el dios del viento para los aztecas; Eolo, el rey de los vientos que se encuentra con Ulises en la Odisea, uno de los más clásicos y conocidos. En este caso, del viento dependían las lluvias y, por tanto, las cosechas y la supervivencia del ganado; la navegación y la turbulencia de los mares.
Entre otras cosas, la primera forma de energía eólica mecánica también dependía del viento, el funcionamiento de los molinos de viento, con los que se molía el trigo para producir harina para el pan.
Lo cierto es que el viento es indispensable para muchas actividades, por este motivo, con los años, se ha estudiado con detalle, ya sea el por qué de su intensa circulación, en que momentos sopla con más fuerza. Pero, a pesar de todo, nuestro conocimiento a cerca de los mecanismos que regulan su comportamiento es cada vez mayor y más profundo. Y entonces: ¿cómo se forma el viento?
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Es cosa de alta y baja presión
El viento se forma por las diferencias de presión en la atmósfera terrestre, ocasionadas, principalmente, por las diferencias de temperatura en superficie y ambiente. De hecho, el Sol es el motor de los factores del clima, incluyendo el accionar del viento, ya que el sol se encarga de calentar la superficie terrestre en modo no uniforme, creando zonas de alta y baja presión. El aire se mueve siempre desde las áreas de alta presión a las áreas de baja presión, generando así el viento.
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Con información de: https://www.enelgreenpower.com/
Imagen de portada: meteored
