Regar las suculentas es una parte esencial del cultivo, por lo que hay que saber hacerlo bien. Para los suelen cultivar plantas de interior con regularidad, los requisitos de agua para las plantas suculentas son distintos y necesitan un cambio en los hábitos de riego. El exceso de agua es la causa más habitual de su muerte.
Las plantas suculentas se originan en climas secos y áridos, donde rara vez llueve. Estas almacenan agua en sus hojas, tallos y raíces. Las hojas tienden a arrugarse cuando la planta ha pasado por un largo periodo de sequía y precisa ser regada. No obstante, antes de regar, revisa la tierra para asegurarte de que esté seca. Riega las plantas con poca frecuencia y por la noche.
Hazlo abundantemente hasta que notes que el agua sale por los orificios de drenaje. Esto hace que las raíces de la planta crezcan hacia abajo como deberían hacerlo. El riego por goteo muchas veces hace que las raíces se estiren hacia arriba o hacia los laterales para poder beber agua, lo que no es saludable para las plantas.
Otros consejos que debes tener en cuenta
- Cuando vayas a regar tus suculentas evita mojar las hojas pues si lo haces estas se marchitarán. Si lo has hecho sin querer, sécalas con un paño de inmediato.
- Utiliza la tierra apropiada para tus suculentas y añádele componentes de drenaje como la fibra de coco, la arena, la piedra pómez y la perlita. Esto hará que se seque rápidamente.
- No plantes las suculentas en recipientes sin orificios de drenaje pues esto acumula el agua y pone en riesgo a las plantas.
- Antes de volver a regar comprueba la humedad de la tierra insertando el dedo en ella hasta la segunda articulación. Si detectas humedad, espera un par de días y verifica de nuevo.
- Si el suelo estuviera húmedo en exceso o has comprado una planta que tiene el suelo empapado, retírala de la maceta y remueve la mayor cantidad de tierra mojada de las raíces y deja que se seque durante días al aire libre. Trasplanta posteriormente en un suelo seco y no riegues durante una semana.