Entre las especies alimenticias que cultiva la comunidad amazónica Ziora-Amena, del municipio de Leticia, está el Bejuco Sacha (Plukenetia volubilis), cuyas semillas son reconocidas por su uso popular como coadyuvante en tratamientos para reducir el colesterol total y LDL en plasma, y aumentar el colesterol “bueno” (HDL) y las proteínas.
sí mismo, el aceite de esta planta se ha usado para curar heridas, tratar mordeduras de insectos, además de tratar infecciones de la piel.
Esta es una de las 12 especies vegetales que reseña una cartilla que está preparando el grupo de investigación FaMeTra- Farmacología de la medicina tradicional y popular de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), luego de un trabajo conjunto de investigación con los cultivadores de la comunidad y, especialmente los abuelos, quienes los guiaron en torno al conocimiento ancestral de las plantas que se cultivan en la chagra.
La chagra es el sistema agroforestal tradicional de las comunidades indígenas de la amazonía, en la que se tiene un área de diversos cultivos transitorios y otra zona de rastrojo, en la que se espera que la vegetación natural se regenere para volver a cultivar.
La comunidad también utiliza el macambo (Theobroma bicolor) -conocido comúnmente, como bacao, maraca, maracas, maraco, cacao, chocolatillo, macambu, macao o marroca- como bebida refrescante y antioxidante. Este árbol, que alcanza una altura de 7 a15 m, es de hojas oblongas u ovadas, tiene un fruto elipsoidal, de 25-35 cm de largo y 8-12 cm de ancho, con cascara leñosa y dura, y semillas ovales planas cubiertas pulpa amarilla.
Según comenta el profesor Giovanny Garavito, del Departamento de Farmacia, el proyecto nace como una manera de retribuir a los miembros de esta comunidad indígena, “por las enseñanzas y el trabajo conjunto de investigación en plantas medicinales con actividad antiparasitaria, desarrollado durante más de 16 años”.
Al respecto, el docente indicó que con este trabajo se buscó recuperar y documentar las prácticas tradicionales en salud de la comunidad y, a partir de ellas, generar una propuesta de valor acorde con el contexto sociocultural y las oportunidades de la zona.
Sobre el Sacha Inchi, del cual se aprovechan básicamente las semillas como alimento, la cartilla elaborada por el grupo de trabajo de la UNAL, reseña nombres comunes, como maní estrella, chocolate corona y maní inca. Esta planta es, básicamente, un bejuco de tallo duro con corteza desprendiendo en tiras, frutos axilares de color verde brillante en forma de estrella (3-5 cm); a medida que madura, el color cambia de verde a marrón negruzco, las cápsulas contienen semillas ovaladas comestibles de color marrón oscuro, hojas verdes con fuerte olor y sabor amargo, flores blanquesinas.
Las semillas, son ricas en ácidos grasos insaturados, en particular el ácido a-linolénico (omega 3) y, en menor proporción el ácido linoleico, (Omega 6) y omega 9; son tostadas para su empleo, en tanto que un valioso aceite puede ser obtenido de estas. El aceite de sacha inchi resulta una alternativa al aceite de pescado que, aunque también es rico en omega-3, presenta un sabor poco aceptable para algunas personas, situación que no se da con el aceite de sacha.
En cuanto a propiedades terapéuticas y/o farmacológicas, se destaca que el consumo de ácido linoleico reduce el colesterol total en plasma y el colesterol LDL, con aumento de colesterol HDL.
La guía elaborada por el equipo de la UNAL destaca que como efectos secundarios pueden presentarse náuseas, eructos, sofocos, dolor de cabeza, calambres y estreñimiento, que disminuyen durante la primera semana, confirmando que los productos naturales también se acompañan de precauciones y contraindicaciones. En relación con la seguridad, se precisa que algunos estudios muestran que el aceite, en general, es seguro en roedores (duración 60 días) y en humanos (duración cuatro meses).
En cuanto al macambo, la pulpa del fruto se utiliza para consumo directo o en jugos, mientras que sus semillas se han utilizado como una especie de cacao o cocidas a la brasa, reseña el documento preparado por el equipo de FaMeTra. Entre los principales constituyentes, el equipo investigativo menciona que las semillas contienen cafeína y trazas de teobromina y teacrina.
Otras epecies promisorias que seran incluidas en el folleto son: Copoazú (Theobroma grandiflorum), Mucuracaá (Petiveria alliacea), Sacha Ajo (Mansoa alliacea), Uva caimarona (Pourouma cecropiifolia), Canangucho (Mauritia flexuosa), Umari (Poraqueiba sericea), Guama (Inga edulis), Huito (Genipa americana), Asai (Euterpe precatoria).
Este trabajo forma parte de un proyecto de Extensión Solidaria aprobado por la Universidad, con el fin de retribuir la colaboración de esta comunidad indígena en la investigación alrededor de la medicina tradicional.
Para la elaboración de las fichas de cada una de las especies vegetales reseñadas en la cartilla fueron explorados los diferentes valores expresados por los usuarios de la biodiversidad en el contexto de la chagra amazónica colombiana, empleando una metodología rápida y sensible a la percepción de los individuos, para cuantificar la importancia relativa cultural que los actores dan a bienes y servicios de la biodiversidad.
Para el profesor Garavito, es necesario avanzar en alternativas que, en acopio del contexto social y oportunidades del territorio, permitan recuperar el interés de las nuevas generaciones en la chagra amazónica y con ello preservar el conocimiento tradicional en riesgo en la actualidad.