Con las lluvias de los últimos 40 días, varias regiones productoras del país se vieron beneficiadas por contundentes precipitaciones y una notable mejora en la disponibilidad de humedad en el suelo.
Las persistentes y abultadas precipitaciones desde noviembre han propiciado una notable recuperación de los perfiles hídricos en gran parte del territorio agrícola. La distribución de las lluvias, si bien irregular, ha logrado compensar las deficiencias hídricas preexistentes en algunas zonas, permitiendo alcanzar niveles de humedad más homogéneos en el este de la región núcleo.
Esta situación es sumamente favorable para la producción agrícola, ya que garantiza una mayor disponibilidad de agua para los cultivos y reduce el riesgo de pérdidas por sequía. Asimismo, favorece el desarrollo de los cultivos de invierno y crea condiciones óptimas para la siembra de los cultivos de verano.
Si bien los perfiles de humedad del suelo se encuentran actualmente en niveles satisfactorios, es fundamental anticipar los desafíos que plantea la temporada estival. El incremento de la evapotranspiración, sumado al mayor requerimiento hídrico de los cultivos en pleno desarrollo, ejercerá una presión creciente sobre los recursos disponibles, incluso en escenarios de buenas precipitaciones.
Es crucial implementar estrategias de riego eficientes que permitan optimizar el uso del agua y garantizar el suministro adecuado a los cultivos durante los meses más secos. La programación de riegos, la selección de cultivos adaptados a las condiciones climáticas y la adopción de tecnologías de riego de precisión son algunas de las medidas que pueden contribuir a mitigar los efectos de la sequía.
Te puede interesar: Qué impacto tendrá «La Niña» en las lluvias de verano para la Argentina
El clima actual
Las condiciones climáticas actuales presentan una complejidad que desafía las explicaciones simplistas. A pesar del leve enfriamiento del Pacífico y la ausencia de un evento El Niño, las lluvias de esta primavera han superado los promedios históricos. Este hecho evidencia el papel fundamental de la circulación atmosférica a escala regional, que ha generado un ambiente cálido y húmedo suficiente para impulsar precipitaciones abundantes.
Seguir leyendo: ¿Por qué se producen las lluvias torrenciales? Una dinámica explosiva
El calentamiento del Atlántico Sudoccidental ha actuado como un factor amplificador, aportando humedad adicional a la región. Sin embargo, es la interacción de este fenómeno con la posición y la intensidad del anticiclón del Atlántico Sur la que determina si esta humedad se traduce en precipitaciones significativas.
Las lluvias acumulada de los últimos 30 días:
Con información de: https://news.agrofy.com.ar/