En la escuela cuentan que las niñas llevaban en la mochila todas las mañanas una botella de medio litro de jugo de quinoa casero mezclado con naranja. Detrás de este alimento hay una historia, el origen de una pyme.
No se trata de cualquier semilla alimenticia, la quinoa es un «superalimento» según Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) quien destaca que la quinoa posee todos los aminoácidos esenciales vitaminas, proteínas y oligoelementos para la vida, además de no contener gluten, características que pocos jugos naturales presentan.
Esta semilla posee prácticamente el doble de la cantidad de proteína que se encuentra en la avena, como así también buena cantidad de fibra y hierro, lo que significa que ofrece los aminoácidos esenciales (los componentes básicos de las proteínas) que su cuerpo necesita, ya que solo no puede producirlo.
Desde hace años que la quinoa se siembra y cosecha en nuestro país, justamente por tratarse de un alimento esencial. En varias provincias del NOA, este cultivo tiene un protagonismo importante, siendo el cultivo estrella en las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca, como así en regiones de Cuyo. A todo esto, la comercialización se expandió rápidamente, tanto en lo local como en el comercio exterior.
Por la reputación de este alimento, hace un buen tiempo que Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y una pyme de la provincia de Salta desarrollaron un jugo a base de quinoa, que es totalmente natural y apto para las personas intolerantes a la lactosa.
Una historia que hizo tendencia el alimento
Desde el INTI definen a esta bebida como una alternativa nutritiva y destacan el potencial que genera para el desarrollo de agregado de valor regional. Si retrocedemos el tiempo un poco, todo se inició en 2014 cuando María Virginia Cinalli llevaba a sus hijas a una escuelita de Salta y para los recreos le preparaba diariamente una bebida casera. En la escuela cuentan que las niñas llevaban en la mochila todas las mañanas una botella de medio litro de jugo de quinoa casero mezclado con naranja.
La bebida comenzó a ganar popularidad cuando la niña les hizo probar a sus compañeros, inclusos a los profesores del establecimiento. Esto fue aceptado por todos, y tuvo una repercusión a tal punto que hasta la directora quedó impresionada y le propuso a María Virginia la elaboración de este jugo para poder venderlo durante los recreos.
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La mamá rápidamente se dedicó a extender a la comunidad el sabroso y nutritivo jugo a base de quinoa, quien también contó en su momento “Al año siguiente realicé una exitosa degustación en el colegio de mis hijas ante 300 alumnos y se enteró un gerente de ventas de una empresa multinacional. Este se puso en contacto conmigo por teléfono, y a la semana se tomó un avión para probarlo personalmente y me dijo que era espectacular el producto, pero que tenía que buscar la forma de hacerlo de manera industrial. Así llegué al INTI”.
María Cinalli empezó a trabajar de manera conjunta con INTA y buscar mejorar la fórmula original, por lo que se buscó rápidamente complementar los granos de la quinoa con otro tipo de frutas. Además, como agregado se incorporó un plus de proteínas a partir de los granos de arveja.
Mariana Sánchez, coordinadora de proyectos de desarrollo vinculados a alimentos en el INTI detalló «Logramos como resultado una alternativa de consumo refrescante con una etiqueta limpia, sin conservantes ni agregado de azúcar y apta para personas que son intolerantes a la proteína láctea”.
Desde el INTI manifestaron que se trata de uno de los únicos alimentos del reino vegetal que provee todos los aminoácidos esenciales. “En el caso del nuevo producto, además hay que sumarle las vitaminas y fibras que aportan los jugos naturales de naranja, pomelo, mango y frutillas”.
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Con información de: https://www.infocampo.com.ar/
