La nuez pecán se ha convertido en un cultivo estratégico para la Argentina, gracias a su alta demanda en el mercado nacional e internacional, y a su adaptabilidad a diversas regiones del país.
Dentro del comercio del pecán en Argentina se destaca la Alta rentabilidad, debido a que el precio de la nuez pecán en el mercado es elevado, y la demanda continúa en aumento. Además, en nuestro territorio, existen variedades de pecán adaptadas a diferentes condiciones climáticas y edáficas, lo que permite su cultivo en diversas regiones.
Según el especialista en economías regionales, Miguel Ángel Giacinti, la producción argentina de pecán, si bien es incipiente, presenta un gran potencial. Con una proyección de 10.000 toneladas, se posiciona como un producto de alta calidad y valor agregado en el mercado.
Contexto nacional y en el mundo
Si bien las nueces de nogal dominan el mercado global de frutos secos con un 22-25% de participación, el pecán, con un 3%, representa un nicho de gran potencial. Con raíces históricas en Texas y el norte de México, esta nuez ha experimentado un creciente interés en los últimos años. Sus propiedades saludables, como su capacidad para reducir el colesterol y controlar el índice glucémico, junto con su alto contenido de antioxidantes, la han posicionado como un alimento cada vez más demandado a nivel mundial.
Argentina está presenciando un auge en el cultivo de pecán, con diversas provincias sumándose a esta producción de alta calidad. ‘El pecán se destaca por su sabor excepcional y sus múltiples beneficios para la salud, posicionándose como una opción superior a otros frutos secos como la almendra, cuyo uso suele limitarse a la panadería’, afirma Giacinti.
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Los retos de la pecán en el mercado
Estados Unidos lidera el consumo mundial de pecán, seguido de un creciente mercado chino. Este escenario global, caracterizado por una creciente demanda de productos saludables, representa una oportunidad única para Argentina. Con su producción de alta calidad, nuestro país está posicionado para abastecer mercados emergentes que adoptan cada vez más hábitos alimentarios occidentales.
Si bien el cultivo de pecán requiere paciencia, dada su lenta maduración, ofrece un gran potencial a largo plazo. Sin embargo, es imprescindible contar con un marco de inversión estable y políticas públicas que impulsen el sector. Como señala Giacinti, el Estado debe ser un aliado, no un obstáculo, facilitando el acceso a créditos y mercados internacionales.
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El éxito del pecán argentino dependerá de su capacidad para posicionarse en mercados emergentes como un producto premium, destacando sus beneficios para la salud y su alta calidad. Para lograrlo, será fundamental fortalecer la organización del sector, promover la investigación y el desarrollo, y establecer estándares de calidad rigurosos que diferencien al pecán argentino en el mercado global.
Con información de: https://www.agritotal.com/