La Vetiver, cuyo nombre científico es Chrysopogon zizanioides no es mágica, pero está siendo utilizada en infinidad de lugares del mundo sanando, reparando, mitigando y resistiendo los efectos erosivos de nuestra especie en el planeta como la perdida de suelos y la contaminación de la tierra y el agua.
Es una herramienta que nos dio la naturaleza y hay que usarla cada vez más, a nivel mundial es cada vez más reconocida y está avalada por miles de estudios científicos y experiencias reales de regeneración a lo largo del mundo, es una planta que despierta mucho la imaginación y la curiosidad.
Cumple muchas funciones: Saneamiento de aguas y suelos contaminados, retiene taludes, cerros etc… evita la erosión, captura suelo, retiene e infiltra aguas, extrae infinidad de contaminantes del agua y suelo, restituye la flora y fauna nativa, evita eutrofización, es forrajera, se usa en la agricultura orgánica, excelente productora de biomasa, capacidad de producir aceites esenciales de Vetiver y la lista es enorme.
La conocí en 2013 de parte de su principal Investigador científico Mundial en su visita a la Argentina, el Dr. Paul Truong y por Vetiver Argentina quienes la introdujeron de forma segura con todos los controles de impacto ambiental correspondientes a la Argentina, luego conocí a Jairo Restrepo y me abrió los ojos a su uso en la producción orgánica y ya no me quedaron dudas.
Espero les guste el video, es un tema para hablar horas y horas, pero traté de ser lo más breve posible. Al final se rompe un poco el audio, lo siento y perdonen si se me patinan algunas palabras, era mucha data a trasmitir.
Vía: Ecoportal