En esta nota te vamos a contar las principales características de esta planta, además hablaremos del sembrado de bulbos y los cuidados que debes tener.
El cultivo y el cuidado de las azucenas, sea cual sea la variedad que vayas a sembrar, es bastante sencillo. Para tener la planta en buen estado y un crecimiento optimo, tendrás que seguir algunas reglas básicas en la jardinería. Este tipo de planta se adapta muy bien al patio, jardín y a macetas, ya que se sembrado se realiza a través de un bulbo. Siempre y cuando la planta cuente con tierra abonada y con humedad, no tendrás ningún problema en verla crecer y disfrutar de sus flores.
Características de la planta
Este tipo de planta, que abarca a las azucenas en su totalidad, son plantas bulbosas, de bulbos ovoides escamosos y tallos duros y largos que alcanzan 90 cm de altura. Las hojas son lanceoladas y de color verde brillante. Las vistosísimas flores aparecen en el extremo del tallo y tienen 6 pétalos de color naranja.
Florecen desde mediados de primavera hasta mediados de verano. La siembra de lo bulbos puedes realizarla entre el otoño y el invierno, para que la planta se empiece a desarrollar para la siguiente estación cálida.
Sembrado del bulbo
Las azucenas se reproducen a través de un bulbo. Puedes depositarlo sobre la misma tierra o introducirlos hasta la mitad, siempre que tengan una tierra suelta y no tan compacta, con nutrientes y buena humedad, rápidamente el bulbo se adaptará. Con los primeros riegos, evita los encharcamientos, el bulbo se podría echar a perder. Es recomendable humedecer la tierra alrededor de este.
El sembrado de los bulbos podrás realizarlos en el suelo del jardín, en una parcela de tierra que hayas trabajado previamente. También se adaptan muy bien en canteros, macetones, macetas pequeñas o grandes.
Mantenimiento de la planta
Una de las ventajas es que no tendrás que podar estas plantas, de todas maneras, te recomendamos retirar las flores que se marchiten o las hojas secas. Cuando las flores se hayan marchitado por completo, corta el tallo.
Cuando haya pasado el tiempo de floración y notes que se secan las hojas de la planta, córtala a ras de la tierra y deja el bulbo enterrado en el suelo. Volverá a crecer.
Sumado al cuidado de la poda y limpieza, existen otros cuidados que debes darle a la azucena. Se trata de guiar los tallos más largos, o sostenerlos con alguna varilla fina, para evitar que el peso de las flores pueda doblar los tallos y provocar que se rompan, aunque rara vez sucede eso.
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Plagas y enfermedades
En cuanto a los agentes exteriores que pueden afectar la planta, algunos insectos pueden provocar importantes daños, ya que las azucenas son plantas sensibles. La principales plagas son los pulgones, los trips y los ácaros de bulbo. Los dos primeros se comen las hojas y los botones florales, mientras que los ácaros atacan al bulbo y pueden afectar a las raíces. Para combatir estas plagas tendrás que recurrir a insecticidas adecuados.
Mientras que las enfermedades que suelen sufrir las azucenas destacan las provocadas por hongos, como la botritis, que hacen que se pudran bulbos y raíces.
Otros datos a tener en cuenta
Nombre común: azucena, lirio, lillium, martagón
Nombre científico: Lilium spp
Origen: Europa, asía y américa
Familia: Liliaceae
Luz: los lirios necesitan luz solar, pero no directa para conseguir una buena floración.
Riego: el riego de los lirios debe ser continuado, ya que necesitan bastante humedad para crecer en buen estado. De todas maneras hay que evitar el exceso de agua en la tierra, ya que esto podría provocar que los bulbos y la raíz se pudran.
Abono: se recomienda realizar el abono de los lirios durante la primavera-verano para favorecer su crecimiento. Utilizar un buen sustrato, compost u otro tipo de abono orgánico.
Temperatura: los lirios soportan temperaturas muy frías en el exterior, entre -5 y -20°C. Depende de la variedad de lirio que tengas, sobre todo en tiempos de invierno. En verano soportan temperaturas de hasta 35°C, aún en el sol. Pero lo recomendables es protegerlas de las temperaturas extremas y los rayos de sol intensos en verano, ya que pueden provocar daños en sus hojas y floraciones.
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Fotografías: Ramón Jesús Canto