El clásico es la carne jugosa y con cierta tonalidad rosada en su interior, una de las formas más populares de consumir carne. ¿Está bien esto? ¿ es segura para nuestra salud?
La carne aporta muchos nutrientes esenciales a nuestra salud, es una fuente de minerales, antioxidantes, proteínas, vitaminas. Si el animal de donde proviene la carne es alimentado y criado de manera natural, con mayor razón.
Más allá de que la carne es una fuente de alimentación clave para el organismo, existen muchos estudios a cerca de las consecuencias que puede tener para la salud el consumo de carne mal cocida o roja. Según relevamientos, el consumo de carne roja aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras afecciones.
Los análisis respectivos indican que las bacterias resistentes a los antibióticos podrían afectar a la salud de los humanos de esta forma, por consumir carne que no ha sido bien cocinada, ya que los patógenos que puedan existir en un corte de carne se mantienen activos. Los más vulnerables en contraer enfermedades por carne mal cocida son personas mayores y los niños, que pueden verse afectados por la Campylobacter que es la causa bacteriana más frecuente de gastroenteritis o también la salmonella, que es una de las bacterias más comunes ligadas a intoxicaciones alimentarias.
Lo ideal es un correcto cocinado de la carne, de esta manera podremos matar toda bacteria que pueda estar contaminando el corte. Lo recomendable es que el cocinado se realice por encima de los 80 a 90 grados -como mínimo- lo necesario para matar al mundo microbiológico. La carne debe estar de color marrón, lo que es un indicador de que está correctamente cocinada.
¿Cuál es la temperatura ideal para cocinar la carne?
Para un correcto cocinado de la carne, lo ideal es hacerlo a partir de los 60 y 70 grados, para que logre alcanzar una temperatura interna de 62,8 grados, manteniéndola por lo menos 3 minutos en el cocinado. Si a la carne la cocinamos en el horno para lograr esto, no obstante, va a depender de la pieza completa, teniendo en cuenta el grosor .
Por ejemplo, un costilla de res con hueso puede requerir entre 28 y 33 minutos a 163 grados; un lomo entero del mismo animal, entre 45 y 60 minutos a 220 grados (teniendo en cuenta que se trata de un corte grueso); un cuarto trasero, entre 30 y 35 minutos a 163º, un lomo de cerdo, por su parte, requerirá 20 minutos por cada medio kilo a 177º, y una paleta 45 minutos por cada medio kilo a la misma temperatura.
Con información de: https://www.bbc.com/