También se la conoce como poda de verano, y como su nombre indica, se realiza cuando la planta está verde, con sus respectivas hojas bien desarrolladas.
Dependiendo del clima durante la estación de verano, sobre todo, la poda en verde resulta fundamental para regular la carga de nuevos brotes de árboles y arbustos, ya sean frutales o decorativos. De esta forma se puede controlar la carga vegetativo-productiva real y optimizar la densidad de vegetación foliar, para tratar de evitar el amontonamiento de hojas y procurar la distribución uniforme de éstas, sobre todo en un escenario de calor y humedad.
La técnica de poda en verde ayuda a adoptar una estrategia de retención de un número elevado de yemas en seco, que generaría una carga alta de brotes en primavera y, por tanto, la competencia vegetativa en el desarrollo de las nuevas hojas de la planta se reduciría, aminorando el exceso de vegetación.
De todas maneras, hay que saber que hablar de poda en verde no tiene sentido en plantas que siempre tienen hoja ―perennifolias―, ya que siempre están reluciente con su follaje, y cualquier poda que se haga sobre ellas será siempre «en verde».
En cambio, los árboles y arbustos de hoja que van cambiando y cayéndose según la época del año suelen podarse principalmente en invierno, cuando están desprovistos de hojas, pero algunos de crecimiento vigoroso (especialmente cuando se están formando), necesitan de otra poda más a finales de primavera o en verano, para controlar esos nuevos brotes que quizás no surgieron dónde se esperaba o han crecido demasiado.
Normalmente, la poda en verde se le realizan a los cultivos de la vid, en áreas de viñedos, para potenciar el desarrollo de la planta y lograr excelente condiciones en los frutos durante la temporada.
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¿Cuál es su objetivo de la poda en verde?
Cuando el clima es cálido y húmedo, el desarrollo de los nuevos brotes surgidos en la primavera deben controlarse, y que de no realizar esta poda, podrían desequilibrar la estructura del árbol, influyendo en la producción de fruta, haciendo que la maduración de esta sea más lenta, favorecer la aparición de plagas y enfermedades.
Mantener la forma
Este es uno de los principales objetivos de la poda en verde de árboles jóvenes, en los que se ha realizado una poda de formación en invierno,, teniendo en cuenta que durante la estación de primavera aparecen muchos brotes en zonas indeseadas de la copa, brotes que si se dejan, compiten con otras ramas más interesantes para formar la estructura del árbol.
Si estos brotes no se eliminan mediante la poda verde en verano y se dejan para la invierno, entonces habrán crecido mucho ―y consumido muchos recursos del árbol que podrían aprovecharse mejor―, por lo que las heridas de poda serán más grandes y será más complicado mantener la forma buscada del árbol.
Favorecer la producción
En árboles o arbustos adultos, la formación ya ha quedado atrás, pero la poda de verano puede ser igualmente beneficiosa, sobre todo si se trata de árboles que produzcan frutos.
Es el caso de muchos frutales que dan los frutos en ramas crecidas en primavera, por lo que se podan intensamente en invierno para favorecer que aparezcan nuevos brotes. Dos de los que más se podan en verde son la vid y el kiwi.
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Con información de: https://www.lagardelasalud.com/