¿Qué hay de cierto en que la Luna influye sobre el crecimiento de los cultivos en la huerta y jardín?

La luna está completamente iluminada y su luz es máxima. Se cree que la savia está en su punto más alto, concentrada en las partes aéreas de la planta (follaje, flores, frutos). Analizamos las probabilidades y certeza de esta creencia.

La idea de que la Luna influye en el crecimiento de los cultivos en la huerta y el jardín es una creencia muy arraigada en muchas culturas y forma parte de prácticas agrícolas tradicionales, especialmente en la agricultura biodinámica.

La base de estas prácticas se asienta en la idea de que la Luna ejerce una influencia sobre la Tierra no solo a través de la gravedad (como en las mareas), sino también a través de la luz y, según algunos, de sutiles energías que afectan el movimiento de la savia en las plantas y la germinación de las semillas.

La agricultura, especialmente la agricultura biodinámica y las prácticas tradicionales, ha considerado durante siglos la influencia de las fases de la luna en el crecimiento de los cultivos. Aunque la ciencia moderna tiene sus reservas sobre la evidencia directa de algunos de estos efectos, es innegable que esta práctica ha sido parte del saber popular y de sistemas agrícolas específicos.

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¿Qué dicen las creencias populares y la agricultura biodinámica?

Según estas tradiciones, cada fase lunar tiene una influencia particular:

  • Luna Nueva (o Luna Negra): Se considera un período de reposo. La savia se concentra en las raíces. Es un buen momento para podar árboles enfermos, eliminar malas hierbas, abonar y preparar el suelo. Algunos recomiendan sembrar semillas de plantas de fruto y hortalizas de hoja en los días cercanos al final de esta fase.
  • Cuarto Creciente: La luna empieza a ser visible y la savia se mueve hacia la parte superior de las plantas. Se cree que esta fase es ideal para la siembra de plantas que crecen en altura y dan frutos (tomates, pimientos, maíz, legumbres). También se considera buen momento para trasplantar, injertar y para el crecimiento del follaje.
  • Luna Llena: La luna está completamente iluminada. Se dice que la savia está en su punto más alto, concentrada en tallos y hojas. Es un momento propicio para cosechar frutas y hortalizas de hoja (lechugas, espinacas), ya que se cree que tienen más agua y nutrientes. También se considera un buen momento para abonar y regar.
  • Cuarto Menguante: La luna disminuye su visibilidad. La savia comienza a descender y se concentra en las raíces. Se recomienda sembrar tubérculos y hortalizas de raíz (zanahorias, batatas, papas, rábanos). También es un buen momento para podar, ya que se minimiza la pérdida de savia, y para eliminar malas hierbas, ya que se cree que su rebrote será más lento.

Además de las fases, algunas corrientes también consideran la influencia de la luna ascendente y descendente (relacionada con su posición en el cielo y su cercanía o lejanía a la Tierra), influyendo en la concentración de savia en la parte superior o inferior de la planta.

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¿Qué dice la ciencia al respecto?

Desde un punto de vista científico, la influencia directa de la Luna en el crecimiento de las plantas es un tema con poca evidencia o respaldo concluyente. Los principales argumentos científicos en contra de una influencia significativa son:

  • Gravedad: Si bien la Luna ejerce una fuerza gravitacional sobre la Tierra que provoca las mareas (movimiento de grandes masas de agua), la fuerza gravitacional sobre una planta individual es extremadamente pequeña y no se ha demostrado que sea capaz de provocar el movimiento de la savia o influir en los procesos fisiológicos internos de la planta.
  • Luz: La luz de la Luna es luz solar reflejada y su intensidad es mínima en comparación con la luz solar directa. Su efecto sobre la fotosíntesis de las plantas es insignificante.
  • Magnetismo: Aunque se ha estudiado el magnetismo terrestre y su influencia en las plantas, no hay pruebas científicas que sugieran que el magnetismo de la Luna tenga un impacto relevante en su crecimiento.

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En resumen:

La práctica de la siembra según las fases lunares se basa más en la tradición, la observación empírica de los agricultores a lo largo de siglos y los principios de la agricultura biodinámica, que en una base científica comprobada en laboratorio.

Muchos jardineros y agricultores orgánicos juran por los calendarios lunares y afirman ver resultados positivos al seguirlos. Esto podría deberse a varios factores:

  • Observación y atención: El hecho de seguir un calendario lunar implica una mayor observación y planificación de las labores, lo que de por sí ya es beneficioso para cualquier cultivo.
  • Sincronización con ciclos naturales: Aunque no sea por la gravedad lunar directamente, el calendario lunar puede coincidir con otros ciclos naturales (temperatura, humedad) que sí influyen en las plantas.
  • Efecto placebo/creencia: La creencia en que algo funciona puede llevar a una mayor dedicación y, por ende, a mejores resultados.

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Si te interesa probarlo, lo mejor es experimentar en tu propia huerta o jardín. Lleva un registro de cuándo siembras, cosechas o realizas otras labores según las fases lunares y observa si notas alguna diferencia. Al final, la jardinería es una mezcla de ciencia, arte y experiencia personal.

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