¿Por qué existen tanto tipos de huevos?

Lo cierto es que los huevos que ponen las aves son de una variedad sorprendente, algo que siempre ha intrigado a los científicos y que hoy es motivo de investigación.

No es necesario ser afín al consumo de huevos para saber que existen cuatro tipos de huevos en el mercado. Estos vienen catalogados por unos números (0,1,2 y 3) que encabezan los códigos que encontramos en todos ellos. En el mundo, muchos restaurantes incluyen ya en sus cartas de especialidades la tipología de huevos que utilizan, de esta manera, el consumidor tiene conocimiento de qué tipo de gallinas proceden, además, conocen de que manera se han criado y alimentado.

A pesar de que las variedades más conocidas de huevo es reducida, existe una gran variedad de huevos en el mundo. A todo esto ¿Podría ser que la determinada formas de los huevos impiden que se rompan? ¿O tal vez es que se ajustan mejor en su nido? ¿O en todo caso tenía razón Aristóteles cuando afirmó que los huevos largos y puntiagudos contenían hembras, mientras que los redondeados albergaban ma­chos? (Respuesta: no).

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Huevos de distintas especies de aves

Para descifrar el misterio, la bióloga evolutiva de la Universidad de Princeton, Mary Cas­well Stoddard y su equipo examinaron casi 50.000 huevos de más de 1.400 especies. Al clasificarlos en función de la elasticidad y asimetría, observaron que cuanto más puntiagudos y ovalados son, más probabilidades hay de que contengan en su interior un experto volador.

La biologa Mary Cas­well Stoddard agrega «Constatamos con asombro que una de las mejores explicaciones de la variación morfológica de los huevos era la capacidad de vuelo de las aves»

Los araos comunes, por ejemplo, ponen unos huevos elípticos y especialmente puntiagudos, y son expertos buceadores: prospectan el agua con la cabeza sumergida y se zambullen para perseguir y capturar a su presa. Tal vez un ave aerodinámica necesite un huevo aerodinámico; los huevos de las más robustas, como el avestruz y el emú, son casi esféricos.

Los pingüinos son la excepción que confirma la regla: aunque estas aves acuáticas no pueden levantar el vuelo, sus huevos son asimétricos. En un principio este descubrimiento desconcertó a los científicos, que luego desarrollaron una hipótesis de trabajo: «Los procesos que podrían determinar la forma en el caso de los buenos voladores también podrían actuar para los buenos nadadores, como los pingüinos».

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Con información de: https://www.lavanguardia.com/

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