En el noreste de Nuevo México, los fuertes vientos de los últimos días, complicaron las actividades de los bomberos mientras combatían dos grandes incendios, aunque el mayor centro urbano de la zona rural finalmente parece estar fuera de peligro.
El pueblo más grande de la zona rural, Las Vegas, Nuevo México, de 13.000 habitantes, se ubica en el extremo oriental de la zona del incendio y parecía estar fuera de peligro por ahora gracias a las líneas cortafuegos cavadas con bulldozers y otros preparativos que se llevaron a cabo durante la semana. Pero los extremos al norte y sur de la conflagración siguen siendo difíciles de contener, en particular debido a los vientos de hasta 80 km/h, declaró Abel.
El perímetro del incendio extendía por más de 96 kilómetros, desde Las Vegas, Nuevo México, en el extremo sureste hasta cerca de Holbrook, a unos 80 kilómetros en el sur de la línea del Colorado.
El Centro Nacional Interdepartamental de Bomberos declaró el domingo que más de 200.000 estructuras siguen estando amenazadas por el incendio, el cual ha destruido más de 300 residencias en las últimas dos semanas. La dependencia dijo que no se anticipa que se contenga el incendio en su totalidad hasta finales de julio.
“Este es un evento de incendio histórico y se está es una etapa crítica del incendio”, dijo la gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham.
“Tenemos altas temperaturas y vientos extremos. Este es el peor conjunto de condiciones posibles para cualquier incendio”, advirtió.
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Incendio de más de un mes
El incendio comenzó el 6 de abril de 2022 cuando una quema «prescrita», destinada a eliminar el exceso de vegetación en un área controlada, escapó del control debido a los fuertes vientos y las condiciones secas.
El incendio se produce al comienzo de la larga temporada de incendios en el oeste de Estados Unidos, pero ya es el segundo más grande en la historia de Nuevo México, ya que ha quemado un área más que el promedio del estado durante todo un año.
El Servicio Meteorológico Nacional en Albuquerque advirtió que se esperan condiciones ventosas y secas durante el fin de semana y «empeorará nuestra mala situación».
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El presidente de EE. UU., Joe Biden, declaró esta semana un gran desastre en Nuevo México, desbloqueando recursos federales, incluida la ayuda financiera para las personas afectadas.
Sequía prolongada
Como gran parte del oeste de Estados Unidos, Nuevo México sufre una sequía de años que ha dejado el área reseca y vulnerable a los incendios forestales.
Los embalses se han desplomado a niveles peligrosamente bajos, con el lago Mead, el embalse más grande del país, cerca de Las Vegas, en un 31 por ciento.
El nivel del agua ha descendido a un nivel tan histórico que a principios de esta semana se encontró en el lago un barril corroído que contenía un cuerpo de cuatro décadas de antigüedad.
El lago Mead es alimentado por el río Colorado, cuyo caudal ha disminuido un 20 % durante el último siglo, impulsado por el calentamiento atmosférico, según un informe del Servicio Geológico de EE. UU. de 2020.
Aunque los incendios son una parte natural del ciclo climático y ayudan a limpiar la maleza muerta, su escala e intensidad están aumentando.
Los científicos dicen que el calentamiento del clima, causado principalmente por actividades humanas como la quema descontrolada de combustibles fósiles, está alterando los patrones climáticos.
Esto prolonga las sequías en algunas áreas y provoca grandes tormentas fuera de temporada en otros lugares.
Con información de: https://www.tiempo.com/